El caso del grupo norteño conocido como Los Alegres del Barranco, al proyectar durante su concierto la imagen de un líder del crimen organizado, revivió el debate sobre la creación de una ley contra la música que hace apología del delito.
En legislaturas anteriores, las y los legisladores buscan prohibir este tipo de música conocida como narcocorridos o bien algunas canciones que hacen apología a la violencia en todas sus expresiones, sin embargo, a nivel nacional y estatal estas propuestas se encuentran en la congeladora.
A nivel local, en la 64 Legislatura se presentó ante el pleno una propuesta para aplicar prisión de tres días a un año y multa de veinte a cien veces el valor de la Unidad de Medida y Actualización (UMA), al que provoque públicamente a cometer un delito, o haga apología de éste. La propuesta fue archivada y actualmente se encuentra en la congeladora del congreso local.
En el 2023, durante la 65 Legislatura se presentó una segunda propuesta en la cual se establecía de abstenerse en el transporte público de usar equipos de comunicación móviles o cualquier otro elemento que impida la adecuada conducción del vehículo, así como música con alto volumen que lo distraiga en la prestación del servicio, quedando prohibido el transmitir y reproducir material discográfico musical que promueva la cultura de la violencia por razón de género o haga apología del delito.
Con ello, se buscaba frenar la violencia contra las mujeres o la disminución de los delitos comunes que ocurren cotidianamente en la entidad oaxaqueña, incluso las organizaciones feministas han exhortado a las autoridades estatales evitar otorgar permisos a los grupos que hacen apología de la violencia contra las mujeres o del delito en escenarios simbólicos de Oaxaca como el Auditorio Guelaguetza.
En este contexto, el gobierno estatal también ha tomado cartas en el asunto para prohibir estos conciertos en espacios públicos y familiares, sin embargo, al no estar prohibido en la ley, los organizadores llevan a cabo sus actividades en otros espacios públicos y privados.