Hace casi 30 años que Amalia Vásquez Ramírez se dedica a la venta de empanadas de amarillo en el mercado Benito Juárez, en el centro de la ciudad de Oaxaca. Inicialmente, se instalaba en los accesos de este sitio de la capital para ofrecer un alimento tradicional de su comunidad, Ocotlán de Morelos. Como en esta población de la región del Valle central, Amalia cuenta que también se elaboran en el vecino municipio de San Antonino Castillo Velasco.
Las empanadas de amarillo, rellenas de una mezcla de masa, pollo (u otra carne) y cilantro, se consumen como un alimento diario, práctico o incluso en festividades.
Un banco, una canasta llena de empanadas que se cubren para conservar el calor, son el puesto que diariamente instala Amalia en uno de los pasillos del mercado. Antes, todavía en 2021, se colocaba afuera, en la banqueta del mercado, pero con las disposiciones de la autoridad municipal entró al mercado.
El lugar que ocupa en el acceso de la calle Flores Magón es sólo por unas horas. Más tarde o en otros días, su sitio lo ocupan vendedoras de pan.
Estas empanadas de tortilla de maíz y de un característico tono naranja muestran que en la región y el estado la base de la alimentación sigue siendo el maíz.
Amalia aprendió la receta gracias a su madre, aunque sabe que las empanadas han existido por más tiempo y por ello son algo tradicional en su comunidad. Sin embargo, a diferencia de su mamá, optó por traer este producto a la capital, en tiempos en los que eran pocas las dedicadas a su venta.
Ahora, reconoce que son varias, pero que lo que caracteriza a cada una es la sazón, por eso no le preocupa la competencia. “Creo que conforme te van conociendo las personas y prueban el producto una va adquiriendo más clientela”, explica quien para esta venta también debe invertir en pasajes, comida y demás insumos. Además de dedicar varias horas para la elaboración de las empanadas y la venta.