Según informes de medios locales, el robot, encargado de la gestión de documentos y pedidos de mensajería, inició sus labores en agosto de 2023, operando de manera autónoma durante ocho horas diarias, sin descanso. Después de un año bajo esta presión, el robot aparentemente no pudo soportar más y terminó con su existencia.
Las autoridades confirmaron el incidente pero no han especificado las razones exactas detrás de la autodestrucción del robot. De acuerdo con testimonios preliminares difundidos en redes sociales, el robot comenzó a girar sobre su propio eje antes de lanzarse por unas escaleras, quedando completamente destruido. Esta extraña conducta ha llevado a especulaciones sobre si el acto fue resultado de una falla en el sistema o algún otro motivo desconocido.
En las redes sociales, internautas han sugerido que el robot podría haber “decidido” terminar con su vida debido al agotamiento por trabajar sin descanso, aunque esta hipótesis carece de confirmación oficial. Las imágenes y videos del suceso se han viralizado, provocando reacciones de sorpresa y preocupación entre los usuarios.
Este incidente ha puesto en el foco de atención las condiciones laborales en Corea del Sur, donde las jornadas extenuantes no son inusuales. La situación se torna más irónica y perturbadora al considerar que hasta un robot, diseñado para soportar grandes cargas de trabajo, aparentemente no pudo aguantar la presión sin descanso.
El robot, fabricado por la empresa estadounidense Bear Robotics, se había convertido en una figura familiar en el Ayuntamiento, supervisando tareas, entregando documentos y promoviendo la ciudad. Equipado con inteligencia artificial y la capacidad de moverse por el edificio utilizando el elevador, su desempeño era valorado hasta que este trágico incidente ocurrió.
Las autoridades y la empresa fabricante han sido cuestionadas sobre la carga de trabajo asignada al robot y si se tomaron en cuenta los límites operativos y de mantenimiento necesarios.
