Científicos de Hungría han llevado a cabo un estudio con el objetivo de arrojar luz sobre la eterna pregunta: ¿son más inteligentes los perros o los gatos? Este debate, que ha generado innumerables conversaciones entre los amantes de las mascotas, ha sido abordado desde una perspectiva científica para comprender mejor las capacidades cognitivas de estos populares compañeros animales.
Los investigadores llevaron a cabo pruebas en entornos conocidos y desconocidos para evaluar las habilidades de resolución de problemas y adaptación de perros y gatos. En situaciones nuevas, los gatos parecían tener cierta desventaja, lo que motivó a los científicos a realizar pruebas adicionales en un ambiente más familiar.
Sorprendentemente, incluso en el entorno hogareño, donde los gatos suelen sentirse más cómodos, los resultados seguían colocando a los perros en una posición de superioridad en términos de encontrar soluciones a problemas planteados.
La conclusión del estudio desafía la noción de que una especie es inherentemente más inteligente que la otra. La respuesta a la pregunta sobre si son más inteligentes los perros o los gatos es, en última instancia, “depende”. Al igual que ocurre con los seres humanos, la inteligencia de estas mascotas varía según sus oportunidades y necesidades. Cada especie muestra habilidades sobresalientes en áreas específicas, y la comparación directa puede no ser justa, ya que sus habilidades están adaptadas a sus respectivos entornos y roles en la convivencia con los humanos.
