El telescopio espacial James Webb de la NASA ha proporcionado una visión sin precedentes de los restos de la supernova Casiopea A (Cas A), situada a 11,000 años luz de la Tierra en la constelación de Casiopea. Esta nueva perspectiva, capturada con la cámara de infrarrojo cercano del telescopio (NIRCam), ofrece detalles inéditos de la interacción entre la capa de material en expansión generada por la supernova y el gas liberado por la estrella antes de la explosión.
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Esta hermosa imagen captada por @NASAWebb es un regalo de una estrella del pasado. En la luz del infrarrojo cercano, los restos de la supernova Casiopea A (Cas A) se asemejan a un brillante adorno navideño. pic.twitter.com/xfGHrJZUaG— NASA en español (@NASA_es) December 14, 2023
La explosión de Casiopea A, cuya luz llegó a la Tierra hace unos 340 años, fue observada por el telescopio Webb en luz infrarroja media (MIRI) en abril de este año. Ahora, la nueva imagen revela cómo la estrella agonizante se despedazó al explotar, dejando filamentos similares a diminutos fragmentos de vidrio, según el astrónomo de la Universidad de Purdue, Danny Milisavljevic, quien lideró la investigación.
Las estrellas gigantes, cuando envejecen y se quedan sin energía, colapsan y explotan en supernovas, arrojando materiales al espacio. Cas A, que en sus inicios tenía una masa 16 veces mayor que la del Sol, experimentó este colapso, reduciendo su tamaño a aproximadamente cinco veces la masa solar antes de la explosión.
El telescopio Webb, utilizando la NIRCam, detecta longitudes de onda infrarrojas más amplias que la luz visible, proporcionando una visión única de la supernova. La nueva imagen, traducida en diferentes colores a partir de la luz infrarroja, destaca la envoltura interior de Cas A, formada por azufre, oxígeno, argón y neón de la estrella.
La comparación con la imagen MIRI de principios de este año revela diferencias en la representación del borde de la capa interna del remanente. La nueva imagen muestra este detalle como una nube de humo, indicando el lugar donde la explosión colisiona con el material circundante. Además, el “Monstruo Verde”, un bucle verde de luz observado en la imagen MIRI, no es visible en la nueva vista de Webb.
Una característica intrigante es el “Baby Cas A”, un eco de luz ubicado a unos 170 años luz detrás de la supernova principal, donde la luz de la explosión calienta el polvo lejano, iluminándolo al enfriarse.
Fuente: [NASA, Smithsonian Magazine]