En la inauguración de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP28) en Dubái, el secretario general de la ONU, António Guterres, lanzó una contundente advertencia, declarando que “estamos viviendo un colapso climático en tiempo real y el impacto es devastador”. Guterres destacó que el año 2023 se perfila como el más caluroso de la historia, con temperaturas globales que han superado los indicadores preindustriales en 1,4 grados Celsius, según el informe provisional de la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
El llamado de Guterres enfatiza la urgencia de mantener el límite de 1,5 grados establecido en 2015, y subraya que el “calor global récord debería provocar escalofríos a los líderes mundiales” y motivarlos a tomar medidas concretas. Durante la COP28, se discutirán estrategias y acciones para abordar la crisis climática, con el objetivo de limitar sus impactos catastróficos.
El informe de la OMM presentado en la conferencia destaca datos alarmantes, como la disminución récord de un millón de kilómetros cuadrados en la extensión máxima de hielo del mar Antártico, el derretimiento extremo de glaciares en América del Norte y los Alpes europeos, así como el aumento sin precedentes del nivel del mar debido al calentamiento de los océanos y el deshielo.
Además, las concentraciones de gases de efecto invernadero, incluyendo dióxido de carbono, metano y óxido nitroso, continúan aumentando cada año. Millones de personas alrededor del mundo se enfrentan a condiciones climáticas extremas, con graves consecuencias como la falta de seguridad alimentaria y los desplazamientos.
Guterres instó a los gobiernos a “ir más lejos y más rápido al proteger a la gente del caos climático”. La COP28 se presenta como una oportunidad crucial para que los líderes mundiales tomen medidas significativas y coordinadas en la lucha contra la crisis climática.
