Alejandro, de 40 años de edad, resultó con lesiones leves después de ser agredido por quien se dijo trabajador de Tránsito del Estado la madrugada de ayer en el dispositivo alcoholímetro ubicado en la avenida Símbolos Patrios cuando intentó ayudar a su amigo que conducía en estado de ebriedad.
Alejandro contó que regresaba a su domicilio en el vehículo de su amigo y en compañía de una mujer después de salir de una fiesta donde estuvieron ingiriendo bebidas embriagantes toda la noche.
Serían las 01:30 horas cuando los tres alegres amigos circulaban en su vehículo, en la avenida Símbolos Patrios, en el carril que va del crucero de La Experimental al Periférico.
Al llegar a la altura del crucero de la avenida Universidad se encontraba el dispositivo alcoholímetro instalado por la Policía Vial Estatal.
Cuando el vehículo se acercaba le marcaron el alto y enseguida se acercó un elemento uniformado.
Le preguntó al conductor si había ingerido bebidas alcohólicas y enseguida, le pasó un vaso y le pidió que le soplara para detectar el olor.
Después de ese primer examen le indicó que se detuviera metros adelante y se bajaran los acompañantes, llevándolo a la prueba de alcoholímetro en el vehículo adecuado para tal fin, donde al cabo de un rato, avisaron que resultó positivo.
En tanto, Alejandro, de 40 años, se acercó al elemento de la Policía Vial, a quien le preguntó los procedimientos.
Por otro lado, un hombre vestido de civil y con un chaleco anaranjado con antireflejantes que portaba una lámpara en las manos, se paró al lado del policía vial.
Intempestivamente se le acercó por la espalda a Alejandro, al que lo tomó del cuello y lo tiró al suelo.
Una vez tirado en el piso, a mitad de la carretera, comenzó a quejarse de que le lastimó la pierna.
El agresor, después de dejar tirado a Alejandro se retiró del lugar a seguir realizando su trabajo, como si no hubiera pasado nada.
Enseguida, el uniformado, al ver al señor lastimado, pidió el auxilio de la ambulancia.
Minutos después al lugar llegaron paramédicos de la Cruz Roja Mexicana, quienes le brindaron los primeros auxilios. Al considerar que sus lesiones no eran de consideración fue atendido en el lugar, retirándose posteriormente.
Alejandro, en compañía de su amiga, se quedó un momento más sentado en el pavimento quejándose del dolor. Pararon un taxi y se retiraron, pero advirtieron que denunciarían formalmente ante un agente del Ministerio Publico la agresión sufrida.
