A 9 años del 26 de septiembre de 2014, cuando fueron desaparecidos 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, ‘Raúl Isidro Burgos’, en Iguala, Guerrero, se registró una marcha y protestas callejeras con la exigencia de justicia.
En esa lista de desaparecidos está el nombre de Christian Tomás Colón Garnica, de Oaxaca, quien estudiaba en la escuela normal cuando sucedieron los hechos.
Las y los normalistas de la entidad, realizaron este martes concentraciones en espacios públicos como la explanada de Santo Domingo y el Andador Turístico, exhibiendo tortugas en papel para exponer la lentitud en las investigaciones.
También se concentraron con las fotos de los normalistas desaparecidos en el jardín Labastida del centro de la ciudad.
Los integrantes de la Coordinadora Estudiantil de Normalistas del Estado de Oaxaca (CENEO), realizaron el pase de lista en cada punto de manifestación, como una forma de exigir justicia y una explicación sobre los hechos ocurridos en el sexenio del presidente Enrique Peña Nieto y cuando se pretendía impulsar la reforma educativa.
Con los mítines, pidieron la realización del juicio contra quienes están involucrados en la desaparición y que el presidente Andrés Manuel López Obrador, esclarezca el hecho y aplique justicia.
Por la tarde, una marcha de la CENEO partió del crucero de las oficinas de la delegación de Bienestar entre San Agustín Yatareni y Santa Lucía del Camino, con destino al zócalo de la ciudad donde culminaron con un mitin.
A su paso, fueron dejando pintas en los edificios públicos como en la pared de la 28ava Zona Militar en Santa María Ixcotel y en casas particulares, para evidenciar la falta de justicia y verdad en este caso.
Los comercios bajaron sus cortinas ante la movilización, por el temor de ser víctimas del vandalismo de los estudiantes que salieron a las calles a casi una década de los sucesos en Iguala, Guerrero.
Así con cartulinas negras en señal de luto, llegaron hasta el centro de la ciudad en donde la entrada del Palacio de Gobierno fue resguardado con vallas metálicas para evitar las pintas de los normalistas quienes marcharon en medio de arengas como ¡Ni perdón ni olvido!.
