Y con el regreso a clases también retornó el caos, desorden, gritos bocinazos, abusos de urbaneros y desprotección al peatón en las calles.
Son las 7:45 de la mañana, se ha terminado la paz por los rumbos de Santa Lucía del Camino, la colonia Reforma, Camino Nacional, carretera 190, la subida al Fortín en ambos sentidos, Niños Héroes. Reabren las escuelas, luego del tequio realizado por los padres de familia el fin de semana arranca un nuevo ciclo escolar con todas las de la ley a la ciudad, igual o peor que antes de la pandemia, hace 4 años, 2019.
El tránsito es lento a la altura de la zona militar. En la fila de la carretera de 3 carriles van urbaneros, que no respetan transitar solo por el carril derecho, burócratas que se han confiado de un tránsito más fluido de días anteriores. También se observan tras los vidrios de algunos autos que algunos padres y madres van aún acicalando a sus pequeños. Los peinan, les acomodan el suéter, el uniforme, revisan que los pequeños vayan de lo mejor arreglados.
Atrás quedó un grupo de colonos que bien a bien los conductores desconocen el porque de la aglomeración. Más tarde sufrirán porque esas personas bloquearán a media mañana y por más de dos horas las oficinas de Bienestar en demanda de “apoyos” por el huracán Agatha y la protesta afectaría la zona oriente.
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Es el cruce de Jacarandas al norte y 16 de septiembre, al sur, la gasolinería Bautista y niños presurosos, algunos otros alentados por sus padres corren sobre la banqueta e incluso por el arroyo vehicular para ahorrar tiempo. Es el primer día de clases, nadie quiere llegar tarde, para ello hay que poner el ejemplo.
Dos o hasta tres semáforos para pasar y el tránsito se intensifica conforme el urbano se acerca al estadio de Beisbol. En el mercado de Las Flores, de plano, se queda por algunos minutos “haciendo base” en espera de pasajeros, sobre todo aquellos que dan vuelta sobre Eduardo Vasconcelos para llevar a quienes asisten a la Secundaria Técnica 1 y la Prepa de la UABJO. Ahí, otro tapón.
Desde el interior del auto el burócrata presiona el claxon frenéticamente para que, quienes lo anteceden, apresuren el paso o, de plano se pasen el alto. ¡Ya se hizo tarde! Algunos dan vuelta hacia la colonia Reforma, otros más ganan el carril central para seguir de frente ahora sobre Niños Héroes pues, en este caso el destino final es el Hospital General de Zona del IMSS por una consulta o examen de laboratorio.
Otros más se apean del autobús, caminan presurosos o se estacionan en doble fila frente a la Escuela España, entorpeciendo más la circulación. Han llegado a su destino y, luego de “repartir” a los hijos, re andar o virar el rumbo hacia la oficina de gobierno, el negocio o de regreso a casa.
Es el primer día de clase y, como hace 10, 20, 30 o más de 40 años, a escribir en una nueva página en blanco.
