Lunes del panteón, la tradición revive en el Marquesado
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Lunes del panteón, la tradición revive en el Marquesado

Los lunes posterior al Día de Muertos, cuatro camposantos del casco municipal de Oaxaca de Juárez y dos agencias reciben a las familias para volver a convivir con sus fieles difuntos


Lunes del panteón, la tradición revive en el Marquesado | El Imparcial de Oaxaca
Fotos: Adrián Gaytán / Decenas de familias regresaron a este camposanto de la ciudad de Oaxaca para reencontrarse con sus difuntos

Las notas de “Toda una vida” y “Amor eterno” se escucharon entre las tumbas del panteón del barrio del Marquesado. Ha pasado el Día de Muertos, pero decenas de familias regresaron a este camposanto de la ciudad de Oaxaca para reencontrarse con sus difuntos: madres, padres, hermanos o hijos, tíos, abuelos u otros familiares cuyos restos descansan aquí, pero que aún viven en la memoria y corazón de quienes les sobreviven.

Es el primer Lunes del Panteón, una tradición centenaria que las crónicas de la ciudad rastrean desde 1920. Una tradición que también se mantiene en los otros tres cementerios que han sido parte de ella: tras el del Marquesado, los siguientes lunes toca a los de las agencias San Martín Mexicápam, San Juan Chapultepec y el barrio Xochimilco.

Junto a sus hijos, hermanos, esposos o en solitario, algunos visitantes llevaron flores, veladoras o herramientas para limpiar y embellecer nuevamente las tumbas.

Luego de no efectuarse en 2020 y 2021, el primer Lunes del Panteón revivió en el camposanto del barrio del Marquesado, en torno al cual se instalaron juegos mecánicos, puestos de flores, veladoras y antojitos regionales.

Ofelia Nolasco Hernández, vecina de la colonia Santa María, llegó para visitar a sus padres, que fallecieron hace 39 y 21 años, en un mes de noviembre. Hace casi cuatro décadas que Ofelia sigue la tradición de los Lunes del Panteón. Primero con su madre y ahora con sus hijos.

“Les dedicamos el día a ellos”, contó Nolasco con la voz entrecortada y junto a la tumba en la que ayer arreglaba las plantas y había colocado los retratos de sus padres. En su familia, era habitual ir a visitar a sus difuntos casi cada fin de semana, pero con la pandemia apenas ha podido hacerlo.

 

 

Entre pasillos angostos, sepulcros abandonados y otros más con las flores marchitadas, las familias llegaban poco a poco para convivir en el panteón. Un dueto de músicos amenizaba la estadía.

Eira Pérez, vecina de la colonia Santa María, acudió en compañía de su familia para reencontrarse con su padre, fallecido hace un par de meses. Aunque desde su niñez supo de esta tradición, le tocó ser parte de ella hasta este año.

Ahora me toca venir por primera vez porque está mi papá acá”, contó la oaxaqueña, quien consideró que la tradición también está en riesgo o que varios de los difuntos han sido olvidados.

 

Me duele ver las tumbas que están olvidadas, para mí que ya no se acuerdan (de sus difuntos), van pasando los años”, se lamenta Pérez. Para ella, que ahora es parte de las visitantes que cumple la tradición, el Lunes del Panteón es “como una muestra de amor” hacia su padre; “de que lo recordamos y amamos”.


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