“Sentimos como si fuera un terremoto, se cimbró la tierra, salimos de la casa (…) pero al estar fuera nos dimos cuenta que se trataba de una cohetería que estallaba, en verdad nos dio mucho miedo”, confió la señora Natalia Ángeles, quien relataba lo vivido la tarde de ayer en Santa María El Tule, Oaxaca, luego del estallido de un polvorín clandestino, situado en pleno centro de la comunidad.
Se estableció que el estallido, no causó pérdidas humanas, sólo materiales.
Personal del Heroico Cuerpo de Bomberos Oaxaca (HCBO) se encargó de controlar la contingencia.
Minutos antes de las 14:00 horas de ayer, al Centro de Control de Comando y Comunicación C-4 (emergencias 911), se recibió una llamada en la cual reportaban el estallido de una cohetería situada a un costado del centro de espectáculos La Monumental, ubicado en la Carretera Federal 190, sobre la calle Camino al Salado.
Debido a ello, fueron movilizados elementos del grupo de Bomberos Oaxaca, mismos que acudieron de inmediato.
Al llegar, los bomberos realizaron diversas maniobras para controlar el fuego de una vivienda realizada con base de polines y lámina.
Mientras, personal de Protección Civil Municipal, del Tule, corría de un lado a otro, pues no sabían qué acciones tomar.
En tanto, paramédicos de la Cruz Roja Mexicana atendieron al menos a siete personas, con crisis nerviosa, entre ellas Celsa, de 45 años; Jessica Sarahí, de 26 años; Natalia Ángeles, de 65 años; Alejandra, de 14 años, su papá, Armando, de 52 años; Joaquín, de 33 años y Silvano, de 49 años de edad.
“Estaba en mi casa, con mis hijas y nietos, de pronto, escuchamos el retumbo de la tierra, pensé que se trataba de un terremoto, jamás me imaginé que se trataba de una cohetería, salimos corriendo (…) de la casa, estábamos muy asustados, pero gracias a Dios no nos pasó nada” relató la señora Natalia de 65 años de edad.
Por su parte, Jessica Sarahí, de 26 años de edad, quien lleva cinco meses de embarazo, refirió que su domicilio, en el que estaba con su mamá, la señora Natalia, mismo que se ubica a escasos metros del lugar del estallido, se cimbró.
“Yo me asusté, pensé que era un terremoto, salí con mis demás familiares y nos resguardamos, nunca pensé que se tratara del estallido de una cohetería”, dijo.
“Yo estaba con mis amigos, a un lado de la cancha de basquetbol tomando (…) mezcal, cuando escuchamos el estallido y luego se iluminó todo; yo corrió al arroyo y me escondí debajo de un pequeño puentecito, pensé que todo se iba acabar”; dijo el señor Silviano, quien se encontraba un tanto alterado y lleno de lodo en el cuerpo.
Y es que el sitio de la explosión está al lado de una cancha de básquetbol, donde se reúnen los pobladores a jugar, la mayoría, niños.
Mientras era atendido por paramédicos de Cruz Roja, Silviano y su amigo Joaquín, relataban lo vivido en el momento del estallido.
“La verdad escuchamos el retumbo, corrimos, pero no sabemos qué pasó después”; argumentaron.
Por otra parte, vecinos del lugar mencionaron que regularmente en la vivienda donde ocurrió el estallido, siempre trabajaban una o dos personas, ya tenían más de un año, pero no sabían a qué es lo que se dedicaban.
“Son de la familia Peralta, nosotros los conocemos, todos los hermanos y demás familia se decían a la fabricación de juegos pirotécnicos, pero nunca nos imaginamos que llegaría a suceder algo”, refirieron.
Se dijo que al menos dos personas, entre ellas un joven llamado Apolinar, se habrían fugado del sitio del estallido, pero no sabían si resultaron lesionadas.
El área fue acordonada, en tanto que elementos de la Agencia Estatal de Investigaciones (AEI) y del Ejército Mexicano adscritos a la 28ª Zona Militar, realizaban las indagatorias correspondientes.
