En medio de la crisis sanitaria por el cierre definitivo del relleno sanitario y ante la imposibilidad del municipio para recolectar los residuos en toda la ciudad, los tiraderos a cielo abierto siguen apareciendo en la capital oaxaqueña.
Aunque constituye una falta administrativa, el abandono de desechos dejó de castigarse de manera temporal, hasta en tanto la autoridad no garantice la recolección de residuos.
Ayer las esquinas, camellones, parques públicos y banquetas fueron “receptoras” de desechos, a pesar del programa establecido por el municipio capitalino, aunque en el resto de los ayuntamientos privaba el silencio.
La alcaldía municipal reconoce que desde la suspensión del servicio el pasado viernes, muchas personas han abandonado sus residuos sólidos en la vía y espacios púbicos. En zonas como el camellón central de la avenida Periférico, calles del centro histórico, entre otros espacios públicos se observan incluso papeleras con basura de domicilios o comercios. Sin embargo, por la crisis a raíz del cierre del basurero, explica que se han suspendido los castigos.
Atendiendo esta crisis, más que hablar de una cuestión punitiva, del castigo, de la sanción, estamos tratando de hacer conciencia en las personas que el tema de la basura es una problemática mundial. Y va más allá de la responsabilidad de los municipios o el estado”, señala Flor Estela Morales Hernández, alcaldesa única del ayuntamiento.
Previo a la crisis sanitaria que afecta a 25 municipios que depositaban sus residuos en el relleno ubicado en la Villa de Zaachila, la alcaldía había abierto 11 expedientes por abandono de desechos en la vía y espacios públicos. Esta cifra corresponde a 2022; en nueve de ellos ya se aplicaron las sanciones (multa, arresto o trabajo comunitario) respectivas, pero dos siguen en proceso.
En un recorrido por la ciudad se observaron bolsas de basura abandonadas en vialidades como calzada de la República, la calle Manuel Sabino Crespo, la Panorámica del Fortín, la calle de Abasolo, entre otras. Asimismo, en el interior y alrededores de la Central de Abasto.
Tanto el municipio como la Procuraduría de Protección al Ambiente del Estado de Oaxaca han pedido a la sociedad evitar dejar sus residuos en espacios y vía pública. Pero el llamado no se ha atendido del todo; en algunos de los sitios donde se ha abandonado basura, los servicios municipales la han retirado, pero los tiraderos a cielo abierto vuelven a formarse.
Desde el pasado jueves, autoridades de la ciudad y otros 24 municipios conurbados junto con el estado tratan de dialogar con vecinos de la zona oriente de Zaachila para reabrir el acceso al basurero y con ello lograr plazos de un mes y hasta tres para el cierre definitivo.
Aunque el colapso del basurero ya estaba contemplado desde hace años, el cierre abrupto decretado el pasado viernes dejó en evidencia que ninguno de los 25 municipios había previsto o logrado destinar un nuevo terreno para el manejo de sus residuos.
