Durante el verano, es lógico intentar refrescarnos de la manera más efectiva y económica. Es que la necesidad de tener ventilación refrescante va de la mano con los costos que tenemos que abonar en el servicio eléctrico, por lo que será momento de acudir a trucos caseros para optar por otras alternativas. Y en esta ocasión, te enseñaremos a convertir tu ventilador en un aire acondicionado.
De esta forma podrás refrescarte en los días más calurosos del verano, ya que ese truco es altamente efectivo (como así también sencillo). Por lo tanto, si querés ahorrar dinero o no contas con la posibilidad de tener un aire acondicionado en casa, el ventilador será nuestro aliado, acondicionándolo con un elemento que encontraremos con facilidad.
En consecuencia, este truco para transformar tu ventilador de toda la vida en un potente aparato de aire frío te salvará de muchos días agobiantes y noches de calor sin poder dormir. Además se beneficiará tu bolsillo y tu salud, ya que la subida de las temperaturas generará un mayor cansancio, hinchazón en el cuerpo y tu presión arterial desciende, pudiendo causar mareos y fatiga.
El primer paso consiste en buscar una botella plástica, abrirla por su base y hacer un par de agujeros en su base para que ventile por su boca. Después, deberás poner las botellas tuneadas en la parte posterior del ventilador, podrás hacerlo fácilmente con la ayuda de un alambre. El segundo paso consistirá en colocar un par de cubitos de hielo en el recipiente plástico –con el tapón cerrado-. El plástico servirá para hacer descender la temperatura y conseguir que el ventilador eche aire frío.
Por último, a partir de que hayas creado este artefacto sustituto del aire acondicionado deberás ir reponiendo los hielos paulatinamente, manteniéndote bien refrescado durante las horas centrales en donde el calor del verano predomina.
