Su vida y legado fueron esenciales para el movimiento de Independencia de México, al que aportó desde sus luchas en Oaxaca. Pero también defendió al país durante la intervención norteamericana de la primera mitad del siglo XIX. Sin embargo, su nombre ha quedado olvidado en la historia de su estado natal, en cuya capital hay una estatua y alameda en su honor. El general Antonio de León —apunta el investigador Guillermo Rangel Rojas— pudo incluso ser presidente de México, de no haber fallecido el 8 de septiembre de 1847, durante la intervención norteamericana de ese año en la ahora Ciudad de México.
Pero, ¿por qué su vida y obra quedó prácticamente en el olvido? Rangel Rojas señala que parte de la pérdida del general en la memoria colectiva de Oaxaca y el país se debe a que su legado fue en parte opacado por otras dos figuras oaxaqueñas que se proyectaron en el ámbito nacional: Benito Juárez y Porfirio Díaz.
A más de siglo y medio de la muerte del general nacido en Huajuapan de León, Oaxaca, el investigador publica nuevamente el libro con el que ha buscado honrarle y alentar a otros investigadores a lo propio. El libro General Antonio de León fue publicado recientemente en una reedición por parte del sello oaxaqueño 1450 Ediciones.
En este nuevo libro, se recuerda que el general no solo participó en el movimiento de Independencia o fue presidente municipal de Huajuapan de León, en donde nació en 1794. También se retoma su influencia e impulso a Benito Juárez. Antonio de León fue fundador de la logia masónica Esfuerzo de la Virtud, en la que se incorporan, entre otros personajes, Benito Juárez, el “Benemérito de las Américas”. Es a este a quien De León apoya, subraya el autor del libro.
Asimismo, evoca el momento final del general, durante la batalla contra los norteamericanos en 1847. “Antonio López de Santa Ana dice que venía derrotado de Cerro Gordo y se encuentra con el general De León, con 3 mil hombres, y lo nombra comandante en jefe del Valle de México y le encomienda que arme Casa Mata, Molino del Rey y que esté en el Castillo para defenderlo, pero el 8 de septiembre atacan los norteamericanos”, explica Rangel sobre una batalla por la que perecieron Antonio de León y el coronel Balderas.
Sin embargo, subraya que poco a poco, Antonio de León queda en el olvido y aunque hay varios autores como Jorge Fernando Iturribarría que lo mencionan, es escueto lo que se dice de él. En la ciudad de Oaxaca, añade, su recuerdo pasa prácticamente desapercibido para la sociedad, en la que observa que se desconoce dónde está la alameda o estatua en su honor. “Si usted le pregunta dónde está la estatua de Antonio de León, no saben, y te dicen que está en la calzada de la República, pero está en el pleno centro”.
Ante este olvido colectivo, Guillermo Rangel Rojas pretende que su libro sea una luz hacia su figura, la que incluso es poco notoria en el mural del Palacio de Gobierno. Y que se conozca parte del aporte del militar. Para ello, explica que se apoyó en diversas fuentes como el Archivo General del Estado de Oaxaca, la Biblioteca Francisco de Burgoa, la Arquidiócesis de Oaxaca, la Arquidiócesis de Huajuapan, así como el Archivo Histórico Municipal de Oaxaca de Juárez, el de Huajuapan y otros acervos como la fototeca del Instituto Nacional de Antropología e Historia.
El libro General Antonio de León se editó por primera vez en 1996, como un esfuerzo entre los municipios de Oaxaca de Juárez y Huajuapan de León. En 2010, la Comisión de los festejos por el Bicentenario del inicio de la Independencia lo reeditó. Ahora, la nueva reedición incluye otras fotografías, así como un capítulo en el que se aborda la relación entre Antonio de León y Benito Juárez, de cómo el primero fue fundador de la logia masónica de la que formó parte Juárez.
El ejemplar fue presentado de forma virtual en septiembre, a través de las páginas de Facebook de 1450 Ediciones y del autor. En ellas aún se puede consultar la actividad, misma que espera replicarse en próximas fechas.
