Frente a la relación con el presidente Andrés Manuel López Obrador, la Sección 22 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) se enfrenta a un panorama de fragmentación de sus bases, muestra de ello fue la forma en la que pese a que amenazó con manifestarse en Guelatao el pasado 21 de marzo, tras una negociación interna las protestas se contuvieron.
Para el especialista en educación Samael Hernández Ruiz, gran parte de la base magisterial de Oaxaca continuará con el apoyo tácito que ha brindado al líder de Morena desde la elección, cuando pese a la postura histórica de no intervenir en elecciones, la Sección 22 dio un voto de castigo a los partidos que participaron en el Pacto por México.
“A pesar de que la Sección 22 parece estar muy combativa, se van a dividir internamente, los moderados van a irse con Morena, los radicales van a empujar para que se siga en la línea de la Coordinadora, pero no va a poder jalar parejo, lo mismo pasa en Michoacán, donde también están divididos”, expresó en entrevista.
Tras impartir una conferencia en la Universidad George Washington sobre el estado que guarda la política en el país, Hernández Ruiz advierte también que la decisión del gobernador Alejandro Murat Hinojosa de apoyar al magisterio oaxaqueño puede ser perjudicial para el estado, pues alienta a generar reclamos que no podrán ser atendidos.
En este sentido apuntó que, a diferencia del gobierno de Peña Nieto, la CNTE se enfrentará en esta ocasión a Andrés Manuel López Obrador, “el presidente más fuerte que ha tenido este país en muchos años”, quien descarta devolver control de la educación al magisterio y, si así se lo demandan, lo pondría a consulta, un territorio donde cuenta con 30 millones de votantes.
“La CNTE sostiene como un discurso político la demanda de ingreso automático a la docencia para los normalistas porque es un movimiento no puede crecer si no es a partir de la contratación, es lo que los nutre de base sindical, pero eso es absurdo, aparte de ilegal. No lo quieren ver porque se han tratado su propio cuento de que ellos son la vanguardia sindical de México.
“Un movimiento social así es una ficción peligrosa porque depende del Estado, cómo van a cambiar al Estado si son parásitos del Estado. La CNTE no está dispuesta a pagar el precio de ser un movimiento social independiente”, expresó.
