“LAS ALTAS ACELERACIONES DE LOS ATAQUES DE MYSTRIUM CAMILLAE PROBABLEMENTE RESULTEN EN FUERZAS DE ALTO IMPACTO NECESARIAS PARA COMPORTAMIENTOS PREDATORIOS O DEFENSIVOS”, ASÍ LO ASEGURÓ EL INVESTIGADOR ANDREW SUÁREZ, PROFESOR DE BIOLOGÍA ANIMAL Y ENTOMOLOGÍA DE LA UNIVERSIDAD DE ILLINOIS.
A LA HORMIGA DRÁCULA LE GUSTA LA SANGRE
Esta hormiga cuenta con la costumbre de beber la sangre de sus propias larvas sin matarlas, algo que los biólogos llaman canibalismo no destructivo. Las mandíbulas de la hormiga Drácula se cierran a una velocidad unas cinco mil veces más rápida que el tiempo que tardamos en pestañear. Si hablamos de como cerramos los seres humanos nuestras mandíbulas, las hormigas Drácula son capaces de hacerlo 100 mil veces más rápido.
La especie ya era conocida, pero es la primera vez que investigadores se tomaron el tiempo de analizar la fisiología de sus mandíbulas mediante cámaras de alta velocidad.
EL MOVIMIENTO MÁS VELOZ
Al contrario de otras hormigas, como las del género Odontomachus, la mandíbula no se cierra de golpe desde una posición abierta, sino que presionan sus extremos entre sí, acumulando unas tensiones que se liberan abruptamente cuando una se desliza sobre otra.
El resultado sería algo así como un violento chasquido de dedos humano. De este modo pueden atacar a otros artrópodos aturdiéndolos contra una superficie o simplemente empujarlos.
El siguiente paso de estos científicos será comprobar cómo usa la hormiga Drácula sus mandíbulas en la naturaleza, fuera del laboratorio. Por el momento, con los datos que tienen pueden concluir que su mordida es el movimiento animal más rápido que se conoce.
