Se derrumba añejo pirú
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Se derrumba añejo pirú

Tras caer, el árbol aplastó un auto particular, derribó una barda y un poste de la CFE y provocó daños en viviendas


Se derrumba añejo pirú | El Imparcial de Oaxaca

Jacobo ROBLES

Daños materiales a varias viviendas, un automóvil particular aplastado, un poste derribado y la quema de un trasformador fue el saldo de la caída de un árbol en la agencia Santa María Ixcotel.

Personal de vialidad y de socorro se dio cita ayer en la mañana en la calle Niño Perdido, a unos metros de la parroquia, luego de que se enteraron que se cayó un árbol.

Mientras caía, derribó una barda y aplastó a un auto de color rojo, con placa de circulación del Distrito Federal.
Las ramas alcanzaron las paredes de otros domicilios cercanos.

La circulación fue interrumpida por más de una hora, mientras personal laboraba para retirarlo.

Al parecer el árbol se desprendió desde la raíz debido al reblandecimiento de la tierra, ocasionando también daños a un poste, cableado eléctrico y a un transformador de la Comisión Federal de Electricidad.

Al lugar arribó también personal de Protección Civil Municipal y de la CFE para laborar en esa zona; hasta muy noche continuaban en el lugar para restablecer la energía eléctrica, en tanto los policías municipales resguardaban el lugar para evitar un accidente.

Tras valorar las afectaciones, informaron que sólo ocasionó daños materiales.

 

Un árbol con recuerdos

Doña Sarita, como la conocen en Santa María Ixcotel, contó que este árbol forma parte de su historia personal.
Contó que la dueña de ese lugar se llamaba Beatriz y desde siempre tuvo el árbol de pirú, por lo que de niños, iban a jugar alrededor.

Recordó que a los 15 años murió su padre, por lo que se quedó sola con sus hermanos.

“Sólo eran dos casas lo que ahora forma la agencia Santa María Ixcotel. La señora venía diario a cuidarnos y a traer agua, porque éramos de los pocos que teníamos un pozo profundo en la zona”, contó.

Ahora, con 75 años de edad, al ver caer el árbol que llamaban “el de la noche triste” doña Sarita soltó en llanto, porque ese árbol forma parte de sus recueros.

Al parecer la propiedad fue vendida y no volvieron a jugar en el árbol, hasta esa tarde, en que cayó arrancado desde la raíz.

 


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