Piden detener a “Don Juan” agresor de San José del Progreso
Mauro Federico López Vásquez pretendía que su amante y su esposa vivieran en la misma casa y al ver su sueño frustrado, respondió violentamente
Familiares de Araceli Vásquez Ruiz, pobladora del municipio de San José del Progreso, de 34 años de edad, exigieron a la Fiscalía General del Estado de Oaxaca dar curso de inmediato a la investigación en contra de Mauro Federico López Vásquez, denunciado el pasado 15 de septiembre por violencia intrafamiliar y lesiones.
La agresión ocurrió el Día de la Patria en el domicilio ubicado en la calle 20 de Noviembre, cuando López Vásquez pretendió dar el grito de Independencia a su doble amor y le exigió a su esposa permitir que su amante, de nombre Argelia, viviera con ellos en su casa. Al negarse, Araceli fue golpeada en el rostro y cuerpo.
“Mi marido dijo que cómo había otras mujeres que permitían eso y que si no quería por la buena por la mala lo iba a hacer y que tenía que acostumbrarme a vivir así”, quedó asentado en la denuncia presentada ante el síndico procurador de San José del Progreso.
Los familiares, preocupados, acusaron la inacción de las autoridades encargadas de hacer justicia en el distrito de Ocotlán, que argumentando que la Procuraduría de la Defensa del Menor, la Mujer y la Familia no ha enviado la carpeta de investigación no pueden indagar el caso. Señalaron que al no prestar atención a las primeras señales de violencia, en el estado se generan casos de agresiones mayores contra mujeres y niños.
“Es una persona agresiva e infiel, llegando al grado de no llegar en varios días a la casa, diciendo que se va a trabajar a Pinotepa, donde trabaja cuando no está en el campo cosechando tomate, hasta que descubrí que tenía una relación extramarital con una mujer llamada Argelia Arango”, denunció Araceli.
Además de la denuncia, Araceli presentó ante el juez mixto de primera instancia del distrito de Ocotlán una demanda civil para reclamar la guardia y custodia de las cuatro hijas menores de edad que procreó con Mauro Federico, de oficio campesino. Al presunto agresor le demanda también una pensión alimenticia equivalente a un salario mínimo diario, además del pago de los gastos que deriven del juicio.
