No todo está perdido en la cafeticultura de Oaxaca
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No todo está perdido en la cafeticultura de Oaxaca

Siembran café robusta para salir adelante en comunidades indígenas del Istmo


No todo está perdido en la cafeticultura de Oaxaca | El Imparcial de Oaxaca

Para el productor de café robusta en la comunidad indígena de Río del Sol, Santo Domingo Petapa, Fernán Velásquez Cruz, producir café robusta y venderla a empresas transnacionales es una opción de crecimiento económico.

En entrevista, saluda la firma de colaboración entre el gobierno del estado y la empresa Nestlé, para potencializar la producción y calidad del aromático en la entidad, basados en el apoyo a pequeños productores.

Junto a mil productores nativos de Río del Sol, Santo Domingo Petapa ubicado en el Istmo de Tehuantepec, venden su producto a través del grupo Merino Telis Café, quienes brindan capacitación, asesoría y seguimiento para producir 15 y hasta 25 toneladas de cereza madura por hectárea, que a precios actuales venden a la trasnacional entre 120 y 200 mil pesos por cosecha.
“Todo empezó hace cinco años, luego de que por la plaga de la roya nuestras variedades criollas desaparecieran por completo, si en cosechas anteriores la variedad típica un año daba y el otro no porque requería descanso, con la plaga nuestras parcelas quedaron pelonas”, relata.

Explica también que “cuando ya no tuvimos café para tomar con nuestras familias, volteamos a ver el café “cimarrón” que crecía entre el monte, que nadie quería y por necesidad empezamos a cosechar y sembrar esa plantita”.

Poco después se me acercaron y ofrecieron si quería sembrar café robusta, pidiéndome para ello a 30 o 40 productores comprometidos a entrarle al proyecto, no flojos que solo piden dinero, que piden plantas y luego las tiran, dice con franqueza.

“Les vamos a dar las mallas, las bolsas, las plantitas de robusta y ustedes las siembran y hoy que ya tenemos exitosamente cinco años de sembrar café para Nestlé no estamos arrepentidos, porque nos cambió la vida”, afirma.

La planta que nos dieron a sembrar, a los tres años empezó a ensayar producción, a los cuatro ya produce en forma y a los cinco años alcanza su máxima producción, por ello en la última cosecha con mi grupo de productores ya producimos mil toneladas de café cereza, celebra.

“Antes éramos “criolleros”, y cuando nos invitaron a producir café y nos volvimos “robusteros”” y con ello nos ayudaron a salir adelante, por ello no dudamos en seguir trabajando, sostiene.

En la actualidad los más de mil productores de robusta que encabeza el productor Fernán Velásquez Cruz tienen un crecimiento escalonado, con una producción de hasta 25 toneladas de café cerezo maduro por hectárea, sostiene.

Sobre la calidad del café que producen, el productor de la agencia Río del Sol en Santo Domingo Petapa afirma, “el robusta es un café son sabor fuerte; si andas decaído o cansado, un vaso de ese café te despierta, hasta la flojera se te quita…”

Los productores de café robusta también venden la cereza seca en volumen de 2 a 2.5 toneladas, que a precio actual de 35 pesos por kilogramo, les asegura en promedio de ingresos entre 70 y 85 mil pesos por hectárea cultivada.

La diferencia de productividad entre café robusta y arábigo, es que el primero supera los mil 500 kilogramos por hectárea, mientras que los productores de cafés arábigo no llegan alcanzar a producir 200 kilogramos en la misma extensión de tierra.


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