Los márgenes de los ríos no se deben ocupar en situaciones de urbanismo y mucho menos para construir viviendas, porque no se sabe la recurrencia que puedan tener las venidas fuertes del agua, todo depende de la cantidad de las lluvias que se registren.
De acuerdo con diversos ciudadanos, en los últimos años se ha detectado el incremento de diversos tipos de construcciones en márgenes de los ríos, en especial el Río Atoyac, lo que ha permitido construir o instalar bases de transportistas, taxistas, mototaxistas y todo tipo de negocios.
Ante ello, el urbanista y catedrático de Arquitectura CU de la UABJO, Edmundo Morales, recomendó a quienes se han instalado en esas zonas consideradas de alto riesgo, desalojar las áreas ante el peligro que representa para todos ellos.
Pidió tomar en consideración que algún día pueden crecer los ríos y se tendrá que lamentar la afectación de la vialidad, si se tratara de una cacha y de vialidades no existe ningún problema; sin embargo, no se debe reducir el área del cauce del río ante el riesgo de que se desborde.
El relleno de tierra y piedra que se ha colocado en el margen del Río Atoyac, principalmente en la zona aledaña al Mercado de Abasto se ha convertido en un riesgo latente en caso de una venida fuerte, alertaron autoridades.
A pesar de que se han dado casos en donde las autoridades reubican a familias y al poco tiempo los márgenes de cauces vuelven a ser invadidos por personas que buscan también obtener un beneficio, ya sea un terreno o un pie de casa, los tres niveles de gobierno deben trabajar en conjunto para desalojar, ofrecer alternativas e impedir que los invasores regresen.
Debido a lo complicado de la situación, resaltó la importancia de rescatar los principales afluentes de los Valles Centrales e insistir que la ciudadanía debe hacer conciencia y no arrojar basura a los ríos Atoyac y Salado.
Es necesario dejar de arrojar basura, animales muertos y todo tipo de desechos y ayudar a su conservación, porque la falta de mantenimiento terminará por desaparecerlos, por eso es necesario sumar esfuerzos y acudir a su rescate antes de que sea demasiado tarde.
La Comisión Nacional del Agua (Conagua) ha dicho que algunas áreas federales han sido invadidas, pero también los municipios lo han permitido al dar permisos de construcción, al dotar servicios y al omitir la regulación del crecimiento urbano, por lo cual es necesario trabajar en conjunto.