La plástica oaxaqueña pierde a Alejandro Herrera
El autor fue uno de los miembros fundadores del Taller de Artes Plásticas Rufino Tamayo
l pasado 14 de junio, falleció el artista oaxaqueño Alejandro Herrera Cruz. El deceso de uno de los miembros fundadores del Taller de Artes Plásticas Rufino Tamayo fue dado a conocer por esta institución. En su mensaje, la escuela que ahora opera en la agencia San Felipe del Agua lamentaba la muerte de quien integró la primera generación de la escuela (al lado de otros como Maximino Javier, Irma Guerrero, Filemón Santiago, Laura Rojas, Atanasio García y Filemón Santiago).
“(Alejandro Herrera) será recordado como miembro fundador de este taller. Descanse en paz”, externaba la escuela a través de un mensaje que acompañó con una fotografía de Herrera, en su juventud.
Alejandro Herrera se describía a sí mismo como alguien nacido en “el corazón de esta bella población (Oaxaca de Juárez) el día 24 de marzo de 1954”. También, que era miembro fundador de la escuela de artes plásticas (Rufino Tamayo). A los primeros alumnos de esta se les ha conocido como los de la escuela del arte oaxaqueño.
En 1975, Herrera colaboró en la restauración del exconvento de Santo Domingo de Guzmán, donde ahora opera el Museo de las Culturas de Oaxaca, y del ex convento de Santa Catalina de Siena.
Realizó varias exposiciones en el estado, el país y el mundo. Entre ellas, la colectiva junto a sus compañeros del taller Rufino Tamayo, en 1979 (en la galería Tierra Adentro, Ciudad de México y el Museo de Arte Moderno Latinoamericano). En el estado, sus obras estuvieron en recintos como el Museo de los Pintores Oaxaqueños y la galería La Mano Mágica.
En una entrevista publicada en el programa En tus propias palabras, el autor nacido en 1954 hablaba de sus intereses en el arte, de sus experiencias junto a figuras como el también fallecido artista Rodolfo Nieto. Herrera decía que sobre la cultura de Oaxaca, era necesario conocerla a fondo.
Uno de los miembros fundadores del Taller de Artes Plásticas Rufino Tamayo se describía como alguien que buscaba conservar sus raíces oaxaqueñas. Y aunque no sabía qué camino tomar en la vida y en las artes en general, dijo que su descubrimiento fue el cuidar la cultura y tradiciones propias, y que la voz de sus antepasados siguiera vigente.
