CIUDAD DE MÉXICO.
La brutal golpiza que le propinaron los pasajeros de una combi en la carretera México-Texcoco a un asalto se ha convertido en un reflejo la situación de inseguridad que viven los ciudadanos a diario y éste hecho no ha sido el único.
En septiembre de 2018, tres sujetos que asaltaron una unidad de transporte público en Iztapalapa fueron golpeados por los pasajeros pese a la presencia de los policías.
En enero de 2019, usuarios del Metro enfrentaron a un sujeto que acababa de robar un celular, frente a mirada de los policías que tampoco intervinieron.
El mes pasado se dieron a conocer las imágenes de un ladrón que asaltó a comensales de un puesto de quesadillas en la alcaldía Gustavo A. Madero, pero no esperó que los clientes se le fueron encima.
Tan sólo esta misma semana, se han dado a conocer a través de redes sociales al menos otros tres episodios.
El lunes en el mercado de plantas de Xochimilco un grupo de hombres golpeó a un sujeto que fue sorprendido robando.
El miércoles un menor de 17 años intentó asaltar un domicilio en la alcaldía Iztapalapa y los vecinos lo molieron a golpes.
Ese mismo día otro sujeto terminó llorando por la paliza que los vecinos de Cuautitlán Izcalli, en el Estado de México, le propinaron tras sorpréndelo robando.
Todas estas escenas son un botón de muestra del hartazgo generalizado frente a la delincuencia y la incapacidad de las autoridades.
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