OpenAI enfrenta una fuerte demanda de escritores reconocidos por uso no autorizado de sus obras
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OpenAI enfrenta una fuerte demanda de escritores reconocidos por uso no autorizado de sus obras

Las voces literarias acusan a la tecnológica de violar derechos de autor al alimentar su IA con contenidos de sus libros.


OpenAI enfrenta una fuerte demanda de escritores reconocidos por uso no autorizado de sus obras | El Imparcial de Oaxaca
Una coalición de destacados autores, entre los que se encuentran nombres como George R. R. Martin, han interpuesto una demanda contra OpenAI, la empresa detrás del conocido chatbot ChatGPT, acusándola de violar derechos de autor.

Una coalición de destacados autores, entre los que se encuentran nombres como Jonathan Franzen, John Grisham, Jodi Picoult y George R. R. Martin, han interpuesto una demanda contra OpenAI, la empresa detrás del conocido chatbot ChatGPT, acusándola de violar derechos de autor al emplear sus obras para entrenar sus modelos de inteligencia artificial.

Los documentos judiciales revelan que OpenAI, una startup cofinanciada por Microsoft, habría utilizado, sin el permiso correspondiente, contenidos literarios de estos autores. Esta situación generó inquietudes particulares en el caso de George R. R. Martin, cuyos fanáticos habrían empleado ChatGPT para crear precuelas y secuelas de su famosa serie de novelas “Canción de hielo y fuego”, adaptada a la televisión como “Juego de Tronos” por HBO.

La demanda, presentada el 19 de septiembre en el Tribunal del Distrito Sur de Nueva York, no solo busca que se prohíba a OpenAI el uso de obras protegidas por derechos de autor en su modelo de lenguaje sin el debido consentimiento, sino que también se solicita una indemnización que podría ascender a 150.000 dólares por obra utilizada.

Sin embargo, esta no es la primera vez que OpenAI enfrenta demandas de este calibre. Durante este año, personalidades como la humorista Sarah Silverman y los escritores Christopher Golden y Richard Kadrey, ya habían acusado a OpenAI y Meta de infracción de derechos de autor en la formación de GPT-4 y Llama 2.

Ante el creciente descontento, OpenAI había anunciado en agosto que los propietarios de páginas web ahora tienen la opción de bloquear su rastreador web, impidiendo que su contenido sea usado para entrenar su modelo de lenguaje. Grandes nombres de la industria editorial, como The New York Times, han aprovechado esta medida.

En paralelo, en California, una demanda que alegaba violaciones de privacidad por parte de OpenAI fue desestimada esta semana.

La demanda de los escritores resalta un crecimiento en el descontento con el avance de la IA en la industria creativa. Los autores, que representan a unos 13.000 miembros de la asociación Authors Guild, ya habían expresado en julio su preocupación por el uso no remunerado de sus trabajos en el desarrollo de inteligencia artificial.

Esta situación resalta la urgencia de clarificar los límites y responsabilidades en el uso de IA en la creación y producción de contenido, así como el imperativo de establecer regulaciones más estrictas para proteger los derechos de los creadores.