China prepara súper cohete para llevar astronautas a la Luna
China está dando pasos audaces en su programa espacial con el desarrollo de un nuevo cohete y una nueva nave espacial tripulada, con el objetivo de llevar astronautas a la Luna antes de 2030.
El cohete, denominado “Larga Marcha-10” o “Long March 10”, será un elemento crucial para el ambicioso proyecto lunar, ya que su principal función será enviar la nave espacial y el módulo de alunizaje a la órbita de transferencia Tierra-Luna, según explicó Rong Yi, experto en cohetes de la Academia China de Tecnología de Vehículos de Lanzamiento.
A key step for new kind of rocket! Recently, a series of key technical principle tests on the reusable sub-stage of the non-booster configuration rocket derived from the Long March 10 carrier rocket have been successfully completed. #China pic.twitter.com/LeTl5lXYeT
— Beijing Daily (@DailyBeijing) July 18, 2023
El Larga Marcha-10 utilizará hidrógeno líquido, oxígeno líquido y queroseno como combustibles para impulsar sus misiones. Con una longitud total de aproximadamente 92 metros, un peso al despegue de alrededor de 2.187 toneladas y una capacidad de carga de no menos de 27 toneladas para la órbita de transferencia Tierra-Luna, el cohete será una poderosa herramienta para alcanzar los objetivos lunares de China.
“El Larga Marcha-10 representa un apoyo estratégico para lograr el alunizaje con astronautas antes de 2030”, afirmó Rong a Xinhua. Se espera que este impresionante cohete realice su primer vuelo en 2027, marcando un hito significativo en la carrera espacial de China.
La nueva nave espacial tripulada también juega un papel vital en el programa espacial chino, al ser capaz de llevar a cabo misiones cercanas a la Tierra y exploraciones en el espacio profundo. A diferencia de la nave espacial actual de China, la Shenzhou, que consta de tres módulos, la nueva nave tiene una estructura de dos partes.
La primera parte es la cápsula de retorno, que actúa como el centro de mando y alojamiento para los astronautas. La otra parte es el módulo de servicio, responsable de proporcionar la energía necesaria para el funcionamiento de la nave.
Según expertos citados por la agencia, esta configuración de dos módulos y varias partes reutilizables hace que la nave sea más flexible y versátil para cumplir con las exigencias de las misiones espaciales.
El ambicioso programa espacial de China ha logrado importantes avances en los últimos años, incluyendo el envío exitoso de sondas y vehículos exploradores a la Luna y Marte. Además, el país asiático tiene planes para construir una base de exploración científica en el polo sur del satélite en la próxima década.
