Esta situación provoca que las lesiones relacionadas con los transeúntes que utilizan sus móviles en las calles, aumente considerablemente.
Eso es en cuestión de daños “exteriores”, porque si se toma en cuenta lo que sucede en el cuerpo de manera interna, las cosas cambian totalmente, sobre todo porque no son fáciles de percatar; sin embargo unos ejemplos visibles son problemas de visión, dolores musculares, depresión e insomnio, mientras que algunos de los efectos que tiene el celular en el sistema de las personas son los siguientes:
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Aumento de glucosa
El estudio que realizó el Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas en Estados Unidos, demostró que una plática de 50 minutos con el teléfono en la oreja, aumenta el metabolismo de la glucosa en el cerebro, ya que se estimula demasiado a los oídos, los cuales fungen como antenas receptoras.
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Mayor probabilidad de cáncer cerebral en niños
El estudio “Efectos de la radiación electromagnética no ionizante sobre la salud y el caso específico de los efectos en la salud humana de la telefonía celular” del doctor Andrei Tchernitchin mencionó que la radiación electromagnética que emiten los teléfonos es perjudicial para el cerebro de los niños, porque penetran con mayor facilidad, esto deja como consecuencias que se aumente el 50% de las probabilidades de que padezcan cáncer cerebral.
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Efecto Google
Los sociólogos han descubierto que las personas sienten confianza al saber que todo tipo de información está al alcance de su mano con un solo clic, por lo que han dejado de aprender, es decir, la capacidad de recordar de forma consciente se ha ido perdiendo poco a poco, provocando que el cerebro deje de trabajar y almacenar información como lo hacía años atrás.
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Distracción
El simple hecho de que los celulares estén cerca del lugar en el que esta la persona, sea un buró o un escritorio, hace que las personas se distraigan inmediata y fácilmente; este hecho se incrementa cuando saben que tienen una notificación pendiente, pues además de no prestar atención, la presión sanguínea aumenta y se está más propenso a sufrir un ataque de ansiedad.