En cada partido de béisbol participan al mismo tiempo nueve peloteros por equipo, los entrenadores pueden realizar todos los cambios que requieran, con la salvedad de que quien es retirado del terreno ya no puede volver a entrar en ese partido, los que están a la ofensiva, se presentan a tomar turno de bateo siempre en el mismo orden, del primero al noveno y vuelven a empezar cuantas veces puedan hacerlo.
El lanzador intenta dominar a los bateadores en la menor cantidad posible de envíos a home y es el ampáyer quien determina si los lanzamientos pasan en zona buena o de strike, este espacio se ubica arriba del plato de goma en forma de pentágono y a una altura entre las rodillas y la cintura del bateador, cualquier otro sitio por donde pase la pelota se considera bola mala.
Durante el enfrentamiento en el home entre la defensiva y la ofensiva, si el pitcher envía cuatro lanzamientos malos a home, el bateador recibe la base por bolas y tiene derecho a avanzar a la primera, contrariamente, si deja pasar los disparos que vienen por zona buena y le cantan un tercer strike, se decreta el out por ponche, en ambos casos termina su turno el bateador.
Al recuento de lanzamientos se le denomina la cuenta, siempre debe mencionarse en primer lugar las bolas malas, después los strikes y por último los outs que haya en la pizarra, al caer el tercero de cada inning, termina el derecho de seguir bateando y a menos que haya acabado el juego, deben ahora salir al terreno a jugar la defensiva.
Es importante ejemplificar como se deben considerar algunos strikes:
-Si un bateador hace swing con el madero, automáticamente se considera strike, aunque la bola pase por zona mala.
-Si el bateador hace contacto con la esférica y esta sale despedida hacia atrás o fuera del terreno de juego por cualquiera de los laterales, se considera como faul, lo que es un strike, cabe hacer la aclaración que cada faul que se conecte después de que haya dos strikes en la cuenta, no la modifica y por lo tanto no se considera como un tercer strike, sirve solo para las estadísticas del lanzador ya que su efectividad aumenta si envía más strikes que bolas a lo largo de un juego.
-Si un bateador tiene dos strikes en su cuenta, hace swing rozando la pelota y sale directa al guante del receptor quien la atrapa, se denomina “foul tip” y se considera como el tercer strike ponchándose.
-Si el bateador tiene dos strikes en su cuenta e intenta hacer un toque de pelota y ésta sale de faul, automáticamente se considera como un tercer strike.
-Si la cuenta señala dos strikes, la primera base está desocupada, el bateador hace swing al siguiente lanzamiento sin rozar la pelota con el bate y el receptor no la puede atrapar, tiene derecho a correr hacia la primera almohadilla, si consigue llegar antes de que la bola sea recuperada y enviada al inicialista, sigue vivo en el ataque, se anota el tercer strike, out por ponche (K) y el bateador se embasa en bola ocupada (BO), ahora los defensivos deberán sacar cuatro outs para terminar la entrada.
-Cualquier batazo hacia el terreno de juego, sea out o hit, se considera strike para las estadísticas del lanzador y termina también el turno del bateador.
-Si un bateador tiene la intención de conectar la pelota, su cerebro le manda el mensaje a su pierna delantera que se levante para dar un paso e iniciar el swing, si se arrepiente de tirarle, solo puede detener el bate en la veinteava parte de un segundo, es decir 50 milisegundos, si se tarda un poco más será demasiado tarde, no lo podrá conseguir.
El madero seguramente ya habrá agarrado una gran velocidad y aunque lo lamente posiblemente va a cruzar el pentágono, esa es la razón por la que los ampáyeres de primera o de tercera, dependiendo de qué lado se pare el bateador, deben estar muy atentos para apreciar si el bate pasó por encima del home en un swing arrepentido o lo contuvo a tiempo, ellos determinan, a consulta del ampáyer principal, si le marcan strike al bateador.
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Seguiré comentando la próxima semana.
