El delantero peruano Paolo Guerrero dijo este domingo que espera regresar de Suiza, donde se reunirá el martes con el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, con una buena noticia que le permita disputar el Mundial de Rusia 2018.
“Se ha presentado una esperanza, una oportunidad, espero que esta vez se pueda dar y pueda ser liberado para que pueda jugar el Mundial”, mencionó Guerrero, que fue sancionado por el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) con 14 meses por dopaje.
La Federación Peruana de Futbol (FPF) pidió el viernes una audiencia a Infantino, para conversar sobre la situación de Guerrero.
Asimismo, el sindicato internacional de Futbolistas Profesionales (FIFPro) escribió a la FIFA para pedir que Guerrero pueda participar en la Copa del Mundo.
En un tuit publicado este domingo, FIFPro anunció este hecho y expresó su esperanza de que el caso se solvente en las próximas 48 horas.
Por tal motivo, el futbolista viajará en las próximas horas a Zúrich junto al titular de la FPF, Edwin Oviedo, con la expectativa de ser recibidos el próximo martes en la FIFA.
El goleador peruano agregó que el Mundial “es mi gran sueño, es lo que siempre he luchado para conseguir” y que esta vez “tenemos la oportunidad que Perú, después de 36 años, va al Mundial y espero estar con todo el grupo”, sentenció.
Guerrero también agradeció a los aficionados que participaron este domingo en una marcha de apoyo, encabezada por su madre Petronila González, sus hermanos y las familias de otros seleccionados, que concluyó en una manifestación en el Estadio Nacional de Lima.
“Quiero agradecerles a todos ustedes por todo el cariño, por todo el apoyo, a todos los organizadores de esta marcha, a todos los que me demuestran ese apoyo incondicional, estoy muy agradecido, les mando un fuerte abrazo de todo corazón”, afirmó el jugador del Flamengo.
El TAS impuso el lunes a Guerrero una sanción de 14 meses por dopaje, tras un control realizado al futbolista después del partido jugado por Perú contra Argentina en Buenos Aires el 5 de octubre de 2017, cuando se detectó benzoilecgonina, principal metabolito de la coca y sus derivados, en su organismo.
