Nueva pandemia; la soledad aísla cada vez más en la vida adulta: estudio
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Nueva pandemia; la soledad aísla cada vez más en la vida adulta: estudio

La soledad plantea una crisis de salud pública mayor y más difícil que la del consumo de tabaco o la de la obesidad.


Nueva pandemia; la soledad aísla cada vez más en la vida adulta: estudio | El Imparcial de Oaxaca

Ni las nuevas tecnologías ni las redes sociales han podido impedir que los índices de soledad en Estados Unidos se hayan duplicado en apenas medio siglo. Es un hecho, en ese país se sienten más solos que nunca, de acuerdo con un reciente estudio de la Facultad de Medicina de la Universidad de California en San Diego.

El tema ya es catalogado como otra epidemia silenciosa y contradictoria en tiempos paralelos al boom de social media, los videojuegos y la industria del entretenimiento según refiere un reporte del portal digital EurekAlert!.

Los efectos individuales y sociales de la soledad tienen serias implicaciones. Vivek Murphy, excirujano general de Estados Unidos, asegura que su predominio en el país plantea una crisis de salud pública mayor y más difícil que la del consumo de tabaco o la de la obesidad.

El equipo del doctor Dilip Jeste, director del Centro de Envejecimiento Saludable de la Universidad de California, en San Diego, encontró que la soledad pasó de moderada a severa durante la vida adulta de los participantes de la investigación. Fue particularmente aguda durante tres períodos de edad: finales de los 20, mediados de los 50 y finales de los 80.

El estudio fue realizado a 340 residentes del condado de San Diego, de entre 27 y 101 años de edad. Fueron excluidas las personas con enfermedades físicas o psicológicas graves, como la demencia diagnosticada. También fueron descartados los que viven en hogares de ancianos o que requieren asistencia de vida sustancial.

De acuerdo con el análisis, publicado en International Psychogeriatrics, los participantes en el estudio aseguraron que se han sentido solos muchas más veces de lo esperado. Tres cuartas partes de ellos informaron haber pasado, repentinamente, de niveles moderados a altos de soledad.

Esa cifra representa un aumento sustancial de las estimaciones de prevalencia informadas anteriormente en la población de Estados Unidos, que han oscilado entre el 17% y el 57%.

“Aunque el grupo tenía claras limitaciones demográficas, eran personas normales. No padecían depresión o esquizofrenia. Es digno de mención, porque no se consideró que los participantes de este estudio tuvieran un alto riesgo de pasar de soledad moderada a severa”, explica el doctor Jeste.

Aunque ocasionalmente es normal sentir soledad leve a lo largo de la vida adulta, los investigadores encontraron que la gravedad y la edad de la soledad tenían una relación compleja, alcanzando un pico en periodos específicos, tanto en hombres como en mujeres. No hubo diferencias de sexo en la prevalencia de la soledad, la gravedad o las relaciones de edad.

Para Ellen Lee, otra de las investigadoras, estos hallazgos resultan malas y buenas noticias. “En el lado negativo, la soledad de moderada a severa parece ser altamente prevalente en la vida adulta, y estar asociada con la mala salud mental, el abuso de sustancias, el deterioro cognitivo y la peor salud física, incluida la desnutrición, la hipertensión y el sueño interrumpido”, explica.

En el lado positivo, se encontró una fuerte asociación inversa entre la sabiduría y la soledad. Las personas que se consideraban más sabias eran menos solitarias. “Eso puede deberse al hecho de que los comportamientos que definen la sabiduría, como la empatía, la compasión, la regulación emocional, la autorreflexión, contrarrestan o previenen eficazmente la soledad”, detalló.


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