Los gritos de terror de una menor que pedía auxilio llamaron la atención de la policía en la capital de Guatemala, y no pararon hasta encontrar el lugar de donde provenía el llamado. Al ubicarlo se encontraron con una perturbadora escena: tres niñas estaban participando en la decapitación de otra menor.
Todo sucedió la noche del pasado viernes 3 de mayo cuando tres menores, de entre 14 y 17 años, fueron descubiertas decapitando a otra menor de 15 años al interior de una casa en un asentamiento popular al norte de la ciudad de Guatemala.
“Policías que patrullan en ese sector escucharon gritos de terror pidiendo auxilio, por lo que de inmediato iniciaron la búsqueda del inmueble de donde solicitaban ayuda”, explicó en conferencia de prensa Jorge Aguilar, vocero de la Policía Nacional.
Aguilar agregó que al encontrar el domicilio de donde provenía el llanto los policías entraron “exactamente cuando una de ellas cometía el crimen, una más estaba sosteniendo a la víctima, y la otra, con un celular grababa el hecho criminal”, detalló.
Aunque los policías entraron justo en el momento del atroz crimen la víctima no sobrevivió.
Hasta el momento la policía no ha revelado cuáles fueron las causas del crimen, pero las presuntos sospechosas han sido identificadas como miembros de la pandilla Barrio 18 que, junto a su antagónica Mara Salvatrucha, se dedica principalmente a extorsionar a comerciantes y empresarios del transporte público, asesinándolos si se niegan a cumplir con sus pagos.
De acuerdo con las autoridades, las pandillas y el narcotráficos en Guatemala son señaladas como una de las principales causas de la mitad de las 3 mil 500 muertes violentas que ocurren año con año en el país.
