Una tragedia sacudió este miércoles a la comunidad de El Triunfo, San Juan Guichicovi, municipio del Istmo de Tehuantepec, Oaxaca, luego de que tres personas perdieran la vida por inhalación de gases tóxicos mientras realizaban labores de limpieza en un pozo de la zona.
De acuerdo con los primeros reportes, los trabajadores encendieron una bomba extractora en el interior del pozo, sin contar aparentemente con medidas de seguridad o ventilación adecuadas. El funcionamiento del aparato habría generado o liberado gases peligrosos, provocando una intoxicación severa.
Dos murieron en el traslado al hospital
Una de las víctimas falleció en el lugar del accidente, mientras que los otros dos hombres fueron trasladados de emergencia al hospital de Suchilapan, Veracruz. Lamentablemente, ambos perdieron la vida en el trayecto, sin que pudieran recibir atención médica oportuna.
Las personas fallecidas fueron identificadas como dos adultos y un joven, cuyas edades y datos aún no han sido divulgados públicamente por respeto a sus familias. La noticia ha causado conmoción en la comunidad, donde vecinos han manifestado su consternación ante el hecho.
Fiscalía abre investigación; autoridades acuden al sitio
Elementos de la Fiscalía General del Estado y autoridades municipales acudieron al lugar del incidente para realizar el levantamiento de los cuerpos, así como las diligencias correspondientes. Se ha abierto una carpeta de investigación para determinar las causas exactas del accidente y posibles responsabilidades.
Hasta el momento, no se ha confirmado si los trabajadores formaban parte de una cuadrilla oficial, una empresa privada, o si realizaban labores independientes.
Un caso que exhibe carencias en seguridad laboral rural
Este incidente vuelve a poner sobre la mesa un problema que suele pasar desapercibido en las comunidades rurales: la ausencia de protocolos de seguridad en trabajos de alto riesgo. La limpieza de pozos, aunque común en regiones sin acceso a infraestructura moderna, implica peligros letales si no se cuenta con el equipo adecuado, monitoreo de gases, ventilación o personal capacitado.
Organizaciones laborales han advertido que decenas de trabajadores mueren cada año en México por accidentes similares, sobre todo en zonas donde la informalidad laboral y la precariedad estructural son la norma. Un reciente ejemplo fue el caso de Tezoatlán de Segura y Luna, donde fallecieron seis personas por la limpia de un pozo.
Un llamado urgente a la prevención
Ahora, la muerte de estos tres hombres no debería quedar como un accidente más, sino como un llamado urgente a la implementación de normativas mínimas de seguridad, incluso en los trabajos más cotidianos. Las familias que hoy enfrentan una pérdida devastadora también evidencian la desprotección de quienes realizan labores esenciales en condiciones precarias.
Finalmente, mientras las investigaciones avanzan, la comunidad de El Triunfo se enfrenta a una dolorosa realidad: la tragedia suscitada, y la falta de preparación y recursos puede costar vidas, aún en las tareas más básicas.