El Gobierno del Estado informó en una tarjeta informativa que se elevó a 18 la cifra de personas muertas en el accidente del autobús en la autopista Mitla-Tehuantepec, reciben atención médica en diversos centros hospitalarios del Istmo de Tehuantepec.
El titular de la Secretaría de Gobierno (Sego), Jesús Romero López informó que aumentó a 18 el número de personas fallecidas en este percance automovilístico, registrado la mañana de este lunes, a la altura del kilómetro 83 + 200, a 200 metros de la entrada a la comunidad de Santo Domingo Narro.
Lesionados
Las autoridades informaron que los heridos reciben atención médica en diversos los hospitales.
El Hospital General de Santo Domingo Tehuantepec notifica 2 ingresos.
El hospital del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) de Tehuantepec reporta 2 ingresos.
El Hospital General con Especialidades de Salina Cruz informa 3 ingresos.
El Hospital General Macedonio Benítez Fuentes de la Heroica Ciudad de Juchitán de Zaragoza registra 4 personas en el área de urgencias y 5 en consulta.
La Clínica Hospital Sinaí de Juchitán de Zaragoza reporta 8 ingresos.
También se dio a conocer que se continuará con el monitoreo en las unidades médicas de la región y se notificará cuando se tenga mayor información.
El accidente
El hecho ocurrió cuando el autobús turístico circulaba por cita autopista, después de que los pasajeros participaran en la concentración masiva convocada por la presidenta de la República, Claudia Sheinbaum. El conductor del vehículo, al parecer, perdió el control y volcó en el kilómetro 83+200. Dejando un saldo trágico de muertos y heridos, algunos de ellos de gravedad.
En el lugar de la tragedia, se encontraban familiares de las víctimas del FUCO. Quienes no solo enfrentaban la angustia de los heridos, sino también la incomodidad y frustración por las deficiencias en el sistema de salud local. El descontento creció aún más cuando los afectados comenzaron a denunciar la falta de recursos en el Hospital General de Juchitán. Una institución que, según las familias, no estaba preparada para enfrentar la emergencia.