Héctor Ulises Orduña Hernández fue electo como juez de distrito en Poza Rica, Veracruz, pero su nombramiento está rodeado de escándalo: el abogado fue detenido en abril de este año por el presunto delito de abuso sexual contra una menor de edad. A pesar de ello, sus derechos político-electorales siguen vigentes. Por lo que pudo participar y obtener el cargo.
Este hecho insólito ha encendido alarmas en el proceso de elección judicial veracruzano, que busca consolidar un Poder Judicial más transparente y cercano a la ciudadanía. Sin embargo, ahora enfrenta una prueba crítica.
¿Qué se le imputa?
La Fiscalía General del Estado de Veracruz ejecutó una orden de aprehensión contra Héctor Ulises “N” el pasado 5 de abril. Por el presunto delito de abuso sexual de menores de edad y personas incapaces.
Según la versión oficial, los hechos ocurrieron el 27 de septiembre de 2021, dentro de una clínica en Poza Rica. El imputado, tío de la víctima adolescente, habría realizado tocamientos lascivos y forzado a la menor a ver videos de contenido sexual explícito protagonizados por él y su pareja, aprovechando una visita familiar.
Por la gravedad del delito, Orduña se encuentra en prisión preventiva. Además no ha podido recoger la constancia de mayoría que lo acredita como juez electo del distrito judicial de Poza Rica.
El INE tendrá la última palabra
El caso ya está en manos del Consejo General del INE, que analizará si procede legalmente que una persona detenida por un delito de esta índole asuma funciones como juez.
Aunque no ha perdido sus derechos políticos —lo que le permitió postularse y ganar—, su situación jurídica impide que ejerza el cargo de manera efectiva. Su nombramiento, por ahora, está en un limbo legal y ético.
¿Quién es Héctor Orduña?
Orduña es abogado con 15 años de experiencia en litigio. Durante su campaña, propuso establecer encuentros anuales entre jueces y magistrados, implementar mecanismos de evaluación periódica como exámenes de polígrafo, antidoping, y análisis psicométricos. Además de fortalecer la formación académica continua de los impartidores de justicia.
Paradójicamente, enarboló una visión centrada en la empatía y la defensa de los derechos humanos. Mientras estaba sujeto a una investigación por violencia sexual contra una persona vulnerable.
No es un caso aislado
El caso de Orduña no es el primero en Veracruz. En 2021, Pasiano Rueda, entonces preso en Tuxpan por el delito de ultrajes a la autoridad, ganó la alcaldía de Jesús Carranza desde prisión. Tras la anulación y repetición de la elección, volvió a triunfar y fue liberado antes de rendir protesta.
Estos episodios ponen en tela de juicio la solidez de los filtros en los procesos electorales en la entidad, y el equilibrio entre el principio de presunción de inocencia y la idoneidad para ocupar cargos de alto impacto social.
¿Reforma judicial con cuentas pendientes?
El proceso de elección judicial en Veracruz fue presentado como una reforma pionera y ciudadana, pero casos como el de Orduña ponen en duda la eficacia de los controles de integridad sobre los aspirantes. ¿Qué tanto se revisan los antecedentes? ¿Qué mecanismos existen para suspender o anular un nombramiento ante una acusación penal grave?
El caso está abierto, y su desenlace será clave no solo para la carrera de Orduña, sino para la credibilidad de todo el nuevo modelo judicial en Veracruz.