En medio de una ola de violencia que mantiene en vilo a la población, el presidente municipal de Juhcitán de Zaragoza, Miguel Sánchez Altamirano, conocido como “Quetu”, lanzó una invitación a través de redes sociales para asistir a la Guelaguetza del Istmo 2025, evento que se celebrará este jueves 8 de mayo a las 17:00 horas, en coordinación con el gobierno estatal.
El anuncio oficial vino acompañado de un mensaje institucional que buscaba exaltar las raíces culturales del pueblo juchiteco:
“Juchitán se viste de fiesta para recibirles con hospitalidad y alegría. ¡Participa y celebremos con el corazón lo que somos como pueblos de Oaxaca!”, declaró el edil en un video difundido por el ayuntamiento.
CIUDADANÍA RESPONDE CON ENOJO: “PAN Y CIRCO”
Sin embargo, la respuesta de la ciudadanía no fue de fiesta, sino de furia. En cuestión de horas, usuarios de Facebook y grupos de WhatsApp comenzaron a cuestionar la pertinencia del evento. Reclamando que el municipio enfrenta una crisis de seguridad sin precedentes, marcada por ejecuciones, cobros de piso, atentados a comercios y desplazamiento de empresarios.
Entre los comentarios más críticos destacan:
“Con todo respeto señor Presidente, yo le pido de todo corazón que mejor atienda la seguridad en Juchitán… No ande haciendo la barba al expresidente Emilio Montero.”, “¿Y el cobro de piso para cuándo hará una conferencia?”, “Dale fiesta al pueblo y se olvidará de la miseria que está viviendo.”, “Pan y circo como distractor al pueblo bueno mientras la inseguridad sigue flagelándolo.”
¿CELEBRAR MIENTRAS CORREN BALAS?
Juchitán ha sido epicentro de violencia creciente en las últimas semanas. Solo en los primeros días de mayo se han registrado ejecuciones a plena luz del día, atentados contra locales comerciales, y múltiples reportes ciudadanos sobre extorsiones en zonas céntricas y agencias municipales. Negocios han tenido que cerrar sus puertas por temor a represalias.
“No puedes con la seguridad del pueblo, ahora quieres que se una para la Guelaguetza 🤣”, escribió otro usuario con ironía.
La frase “pan y circo” fue repetida en decenas de publicaciones, aludiendo a que el evento cultural busca desviar la atención de la situación crítica en la que se encuentra el municipio.
TAMBIÉN HAY QUIENES RESPALDAN LA FIESTA
Aunque las críticas predominaron, también hubo comentarios que respaldaron la realización del evento:
“Muy bien presidente, nunca antes se había traído a nuestras tierras una Guelaguetza, enhorabuena, ahí estamos.”, “Excelente presidente, en buena hora para quienes no podemos asistir a la Guelaguetza en Oaxaca.”
¿ES MOMENTO DE CELEBRAR?
La polarización en torno a la Guelaguetza del Istmo refleja un dilema profundo: ¿puede una comunidad en crisis celebrar mientras vive bajo amenaza? Juchitán, una ciudad históricamente combativa y de fuerte identidad cultural, se debate entre el deseo de preservar sus tradiciones y la urgencia de exigir seguridad, justicia y gobernabilidad.
Finalmente, la Guelaguetza —símbolo de identidad oaxaqueña— corre el riesgo de convertirse en un escaparate vacío si no se acompaña de acciones contundentes para frenar la violencia que amenaza con silenciar hasta la música del pueblo.