La tragedia se hizo presente, un podador murió al instante tras recibir una potente descarga eléctrica fulminante mientras podaba un árbol de mango en una vivienda de la colonia Petrolera de Salina Cruz.
El cadáver de quien más tarde fue identificado como Florentino M.P., de aproximadamente 50 años de edad, quedó recostado en la rama de un frondoso mangal. Elementos policiacos acordonaron el área para preservar los indicios.
LA TRAGEDIA
Según los reportes policiacos, los hechos ocurrieron este viernes alrededor de las 09:00 horas en el interior de la casa marcada con el número 1, Plaza 19 de la citada colonia. En ese momento y lugar los vecinos escucharon un fuerte estruendo, y al salir para ver qué ocurría, se percataron que en la rama de un árbol yacía inmóvil el cuerpo de la víctima. Enseguida alertaron al personal del número de emergencias 911.
Momentos después, elementos de la Policía Municipal, de la Secretaría de la Marina-Armada de México (SEMAR ), de la Guardia Nacional y del Ejército Mexicano arribaron al sitio y al cerciorarse que un hombre había recibido una descarga eléctrica, urgieron la presencia de socorristas.
Luego, paramédicos de la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) se presentaron en el sitio y valoraron a la víctima, sin embargo, desafortunadamente sólo confirmaron que ya no presentaba signos vitales.
En consecuencia, los uniformados acordonaron el área y dieron aviso al personal de la Vicefiscalía Regional del Istmo, así que agentes investigadores y peritos arribaron a la zona para levantar los indicios.
LAS PESQUISAS
De acuerdo con las primeras pesquisas, la víctima podaba un árbol de mango, cuyas ramas estaban muy largas y daban cerca de un transformador de energía eléctrica propiedad de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), las cuales habrían hecho contacto con las líneas de alta tensión y sobrevino la fulminante descarga que le arrebató la vida al infortunado hombre.
Más tarde, el representante social ordenó que el cadáver fuera bajado del mangal con la ayuda de los paramédicos de CNE, quienes usaron cuerdas y arneses. Posteriormente, fue trasladado a una funeraria, para practicarle la necropsia de ley y determinar las causas del fallecimiento.
Por protocolo, se levantó un legajo de investigación para fincar responsabilidades.
