El fiscal general del Estado de Oaxaca, Bernardo Rodríguez Alamilla, confirmó la desaparición de cuatro personas originarias del Estado de México, quienes fueron reportadas como no localizadas tras haber viajado a Oaxaca para comercializar varilla. El hecho ocurrió el pasado 15 de junio en el municipio de Ocotlán de Morelos, aunque la denuncia formal se presentó hasta diez días después, lo que complica la investigación.
En conferencia de prensa dijo “Nos preocupa la tardanza en la presentación de la denuncia, fueron prácticamente diez días entre la desaparición y la recepción del reporte. Las primeras 48 horas son fundamentales para poder reconstruir la ruta y saber qué sucedió”, señaló el fiscal durante su intervención ante medios.
De acuerdo con la Fiscalía, las víctimas salieron el 11 de junio a las 4:00 de la mañana desde el Estado de México a bordo de un camión marca Dina, tipo Ravon, modelo 1991, color blanco y placas LG94217, con dirección a Oaxaca para vender varilla. Las personas desaparecidas fueron identificadas como Francisco Santos Gómez, Joaquín Álvarez Cruz y José Santos Villafranco. En el caso de Humberto Cruz Agustín, su familia se negó a presentar una denuncia formal, aunque existe un reporte de no localización ante la Comisión de Búsqueda de Personas del Estado de México.
Rodríguez Alamilla precisó que ha sido difícil reconstruir la historia, ya que no se ha recibido información amplia ni por parte del patrón ni de los familiares de los desaparecidos. Sin embargo, mediante el análisis de cámaras de seguridad se logró ubicar a las víctimas en localidades como San Martín Tilcajete, Ocotlán de Morelos, San Martín de los Cansecos y Ejutla de Crespo.
Además, familiares de dos de las víctimas denunciaron haber sido víctimas de extorsión, luego de publicar fotografías en redes sociales para solicitar ayuda y localizar a sus seres queridos. Las llamadas exigían pagos de 100 mil hasta 500 mil pesos a cambio de información. La Unidad Especializada en el Combate al Secuestro (UECS) detectó que los números telefónicos desde donde se realizaron las llamadas provenían del reclusorio de Tulancingo, Hidalgo, por lo que se recomendó bajar las publicaciones y no responder futuras llamadas.
Una de las últimas comunicaciones con los desaparecidos ocurrió el 11 de junio, cuando informaron a sus familias que habían sido detenidos por elementos de la Guardia Nacional Subdivisión Caminos, quienes presuntamente les habrían exigido una cantidad de dinero la cual entregaron. Posteriormente, el 12 de junio, se reportaron en San Martín Tilcajete, comunidad conocida por su tradición en la elaboración de alebrijes.
La Fiscalía de Oaxaca continúa con la investigación para esclarecer los hechos y dar con el paradero de los desaparecidos.