Guardia Nacional acusado de violencia familiar en Salina Cruz
La mujer denunció que el sujeto la agredió física y verbalmente; teme por su vida y la de sus hijos, por lo que exige justicia
Cinthia Avendaño Beltrán, residente del Barrio Las Hormigas en Salina Cruz, ha presentado una denuncia impactante contra su esposo, Cristopher M. G., quien es miembro de la Guardia Nacional. La acusación detalla un episodio de violencia doméstica que ocurrió en el hogar familiar, con sus hijos como testigos.
LOS LAMENTABLES HECHOS
Según el relato de Avendaño Beltrán ante las autoridades policiales, el incidente ocurrió mientras ella y sus dos hijos dormían tranquilamente. Sin previo aviso, Cristopher irrumpió en la casa y comenzó a agredirla física y verbalmente, causando además daños materiales en la vivienda.
Desesperada y temiendo por su vida y la de sus hijos, la mujer recurrió a las redes sociales para compartir su angustia. En una publicación en su cuenta de Facebook, escribió:
“Me atrevo a subir esta nota porque temo por mi vida y la de mis hijos. El día de ayer (domingo), a las 20:30 de la noche, fui agredida por mi esposo en mi domicilio”.
YA NO ESTABAN JUNTOS
La víctima también reveló que el sujeto llevaba tres meses sin vivir con ellos, pero recientemente había estado molestando en repetidas ocasiones. La Policía había sido llamada anteriormente para intervenir en situaciones similares.
En su desgarrador testimonio, la víctima describió cómo su esposo ingresó a la casa como si fuera su propio hogar, agarrándolos por sorpresa y comenzando a proferir insultos y agresiones sin provocación alguna.
“Por temor, ni yo ni mis hijos pudimos grabar en ese momento, porque estábamos tratando de salvarnos”, agregó en su publicación.
LO RESPONSABILIZA DE LO QUE LE SUCEDA
Además, hizo responsable a Cristopher y a sus padres por cualquier daño futuro que pudieran sufrir ella y sus hijos, ya que recibieron amenazas de muerte.
Ante la gravedad de la situación, la afectada está solicitando ayuda urgente a las autoridades para garantizar su seguridad y la de sus hijos. Este caso evidencia los extremos de la violencia doméstica y la necesidad de proteger a las víctimas en situaciones de riesgo extremo. Más, cuando los agresores se desempeñen como servidores públicos en materia de seguridad.
