Un empleado de la Compañía Cervecera del Trópico murió de manera misteriosa cuando laboraba durante la noche del pasado viernes y la madrugada del sábado. Su cadáver fue localizado electrocutado hasta las primeras horas del domingo en la línea de producción número 8.
LLEGÓ A TRABAJAR
Según versión de los familiares de la víctima, Emilio C. D., vecino de la colonia Granada, arribó a la cervecera a las 22:00 horas y checó su entrada, la cual quedó registrada.
Luego, se dirigió al departamento de Plastitapa en donde fue requerido por su supervisor para que cubriera a un compañero. En donde empezó a operar la maquinaria conocida como tlapaleta y tarima.
La madre del ahora occiso señaló que, al revisar, alrededor de la 1:00 del sábado, el número telefónico de su hijo se percató que estaba en línea.
Por otra parte, compañeros de Emilio refirieron haberlo visto laborar aproximadamente a las 3:00 horas del mismo sábado.
YA NO SUPIERON DE EMILIO
Sin embargo, Emilio ya no regresó a su casa el domingo, como acostumbraba antes de las 6:00 horas. Lo que preocupó a su mama y demás familiares. Quienes trataron de comunicarse con él, pero no les contestó y los alertó más, dado que se ha suscitado la desaparición de personas.
Los padres y primos de Emilio por la mañana del sábado se dirigieron a la cervecera para indagar sobre su paradero. Pero la respuesta fue tajante. Nadie sabía nada sobre él. Su mamá se percató que estaba su moto y al revisarla en ella se encontraban sus demás pertenencias.
Enseguida, se solicitó buscar al joven en el interior de la empresa y se colocaron volantes con su imagen y nombre, pero no resultaron fueron negativos. Al revisar el checador se percataron que Emilio no había checado su salida y no se retiró de las instalaciones.
Por su parte, un supervisor llamado Guillermo, le indicó a la madre de Emilio que estaban revisando las cámaras de seguridad y que tenía que aguardar.
EL HALLAZGO E IRREGULARIDADES
Desafortunadamente, el cadáver de Emilio C. D. fue localizado en las primeras horas de este domingo. El cuerpo estaba pegado en unos ductos de cableado de cobre de alta tensión de la línea 8.
Se presume que, los cables no habían sido separados de la fuente de energía durante los trabajos de mantenimiento, iniciados desde hace tres meses y medio.
Por otra parte, algunos de los empleados de la cervecera, a través de redes sociales, dieron a conocer que la empresa cuenta con 12 líneas de producción. Sin embargo, la número 8, estaba sin trabajadores por labores de mantenimiento y/o desmantelamiento desde hacía casi cuatro meses.
Los familiares de la víctima denuncian que la empresa les ocultó información y hay una serie de irregularidades en torno a la muerte de Emilio. Así que exigen justicia y se aclaren los hechos.
Serás las autoridades correspondientes las encargadas de deslindar responsabilidades a partir de las investigaciones en el caso. Ellas serán quienes determinen si se trató de una negligencia de la empresa o un accidente fortuito.
