Archivos secretos del narco: la lista de funcionarios corruptos que trabajaron para “El Azul”
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Archivos secretos del narco: la lista de funcionarios corruptos que trabajaron para “El Azul”

A la luz el expediente desclasificado de Juan José Esparragoza “El Azul”, miembro de los cárteles de Guadalajara y de Sinaloa que también trabajó como detective en la polémica agencia de inteligencia del gobierno mexicano


Archivos secretos del narco: la lista de funcionarios corruptos que trabajaron para “El Azul” | El Imparcial de Oaxaca
Juan José Esparragoza, "El Azul", uno de los hombres de confianza de "El Chapo".

El 25 de febrero de 1985, quince días después del asesinato del agente especial de la DEA, Enrique Camarena Salazar, la entonces Dirección Federal de Seguridad (DFS), ampliamente señalada por sus vínculos con el crimen organizado, levantó un reporte sobre las pruebas y documentos que tenía la agencia antidrogas estadounidense respecto a los altos funcionarios de la entonces Procuraduría General de la República (PGR) que trabajaban para el narco.

Infobae México revisó el archivo desclasificado de la Dirección Federal de Seguridad (DFS) de Dirección Federal de Seguridad “El Azul”, del Cártel de Guadalajara que también trabajó como detective en la polémica agencia de inteligencia del gobierno mexicano, y quien llegó a ser considerado como uno de los peces gordos del narco entre finales de 1970 y la primera parte de los ochenta.

En el documento, que se encuentra resguardado en el Archivo General de la Nación, señalaron al entonces delegado del circuito de la zona noroeste de la entonces Procuraduría General de la República (hoy, FGR) en Tijuana, Baja California, Jaime Torres Espinoza, como uno de los “incondicionales” de los narcotraficantes. La DEA señaló que el funcionario favoreció a Miguel Ángel Félix Gallardo, el “Jefe de jefes”, en un juicio criminal en su contra por el decomiso de 13 kilos de cocaína y 19 de heroína en el Aeropuerto de Tijuana en 1976.

De acuerdo con las indagatorias de la DEA, en el proceso judicial 179/76, radicado en el Juzgado III de Distrito de Tijuana, se libró la orden de aprehensión contra Félix Gallardo por ser el propietario de la droga asegurada en el aeropuerto internacional “Abelardo Rodríguez”.

Expediente de la DFS sobre las investigaciones de la DEA (Archivo General de la Nación)

“Con la ayuda decretada de Jaime Torres Espinoza, se presentó voluntariamente 4 años después de que se giró la orden de aprehensión en su contra, en el juzgado que lo requería y a solo 48 horas de su comparecencia y a pesar de haber suficientes elementos acusatorios, fue puesto en libertad absoluta por falta de méritos”, se lee en el expediente de la DFS.

LOS PERSONAJES “SOSPECHOSOS”

El entonces Juez por Ministerio de Ley, Adán Villarreal, fue quien decretó la absolución de Félix Gallardo, y el entonces coordinador de la Campaña contra el Tráfico de Drogas de la PGR, Aaron Juárez, incluso se hizo “compadre” de Esparragoza Moreno y se reunía con el periódicamente, según los informes de la DEA.

“Luego de ordenar la no apelación por la libertad de Félix Gallardo, Torres Espinoza adquirió en plena devaluación del peso ante el dólar una mansión en San Diego California, EEUU, por la que dio de enganche 48 mil dólares. Dicha residencia se encuentra a su nombre y de su esposa. La DEA explicó que por todo lo anterior está fundada la sospecha de que las autoridades judiciales mexicanas no colaboran ágilmente en la investigación en torno al secuestro de Enrique Camarena Salazar”, apuntó la DFS.

En otro expediente con fecha del 28 de junio de 1983, se informó que la DEA también tenía en la mira a José Luis Márquez, un ex policía judicial federal que participó en operaciones de tráfico de marihuana desde Durango, y a quién solo mencionaron como “Capitán Meneses”, de la Décima Zona Militar, presunto encargado de “arreglarse” con los narcotraficantes y a quién señalaban por “ondearse con alcohol y cocaína”.

El capo era considerado un buen negociador (Foto: Departamento del Tesoro de Estados Unidos)

También se mencionó al entonces candidato a la presidencia municipal de Canelas, Durango, Benedicto Félix Vizcarra, de ser un “amapolero” y traficante de armas; mientras que el entonces jefe de la Policía Judicial y asesor del ex gobernador de Durango, “El Mayor Arteaga”, fue señalado como el responsable del negocio de carros robados. “Al parecer, un encargado de la siembra es un hermano de la Azul”, detalló la DFS.

LA DFS NO MENCIONÓ QUE “EL AZUL” ESTUVO EN SUS FILAS

En ninguno de los documentos citados la DFS mencionó un pequeño detalle sobre “El Azul”: que él mismo estuvo entre sus filas.

La extinta agencia, que después pasó a convertirse en el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN), señaló a los principales narcotraficantes que entonces operaban en México, entre ellos “El Azul”, Rafael Caro Quintero, Ernesto Fonseca Carrillo y Miguel Ángel Félix Gallardo, a quien se refirió como “el más poderoso”, pero no abrió ningún expediente contra Esparragoza en el que se diera cuenta de su pasado como agente de seguridad.

Antes de unirse a dos de los más célebres narcotraficantes de México, Juan José Esparragoza “El Azul” trabajó como detective en la DFS. Ahí comenzó a involucrarse con policías corruptos vinculados al crimen organizado y más tarde se convertiría en uno de los miembros más importantes del Cártel de Guadalajara.

Se presume que nació el 3 de febrero de 1949 en Huixiopa, una comunidad que no supera los 500 habitantes y que se encuentra ubicada en Badiguarato: el mismo municipio sinaloense que vio nacer al “Chapo” Guzmán.

Esparragoza fue considerado un narcotraficante de bajo perfil pero con mucho poder y capacidad de negociación en el Cártel de Sinaloa (Foto: @sintesisweb)

En la última década del siglo pasado, las autoridades de Estados Unidos lo apodaron el “peacemaker” (conciliador), debido a que distintos reportes de inteligencia detallaron que organizó diferentes encuentros para acabar con las disputas violentas entre los cárteles de Sinaloa, de Juárez, de Tijuana y el del Golfo.

En esto coincide la organización InSight Crime, que señaló que “El Azul” sirvió como negociador e intermediario entre diferentes organizaciones de narcotraficantes.

De acuerdo con la revista Proceso, “El Azul” ingresó al negocio de las drogas financiando cultivos de marihuana y llegó a ser tan importante que su papel fue clave en el desarrollo de los narcotraficantes sinaloenses, en especial del Cártel de Sinaloa.


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