Cárteles hacen un cóctel explosivo
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Cárteles hacen un cóctel explosivo

El regreso de Rafael Caro Quintero ha sido un argumento recurrente para explicar el incremento de violencia en Sonora, pero no es la única variable


Cárteles hacen un cóctel explosivo | El Imparcial de Oaxaca

SONORA

Ciudad de México.– Los asesinatos incrementaron en el estado de Sonora, ubicado en el noroeste de México. Detrás de la violencia están el presunto retorno de un viejo narcotraficante, las disputas internas del Cártel de Sinaloa y la ofensiva por parte del Cártel Jalisco Nueva Generación.

Sonora cerró el año 2021 con mil 765 asesinatos y un incremento del 20 por ciento en su tasa de homicidios, informó El Sol de Hermosillo. Algunos municipios como Cajeme y Empalme experimentaron aumentos de más de 40 por ciento. Además, la violencia en este estado fronterizo ha resultado en una crisis de desaparición forzada.

La lideresa de un grupo de búsqueda de personas desaparecidas recientemente emitió un comunicado para suplicar a los líderes criminales detener la violencia contra la población.

El descubrimiento se dio alrededor del mediodía del miércoles tras una jornada de búsqueda que decenas de mujeres habían iniciado desde la madrugada y que las llevó a recorrer varios kilómetros.

Encontrar fosas clandestinas en Sonora se ha vuelto una práctica común. Foto: Fiscalía General de Justicia del Estado de Sonora.

“Me veo en la necesidad de pedirles a ustedes, los jefes de los carteles en Sonora… [José Crispín] Salazar, [Rafael] Caro Quintero y demás líderes de carteles que no nos maten, que no nos desaparezcan”, dijo Cecilia Patricia Flores Armenta, dirigente del colectivo Madres Buscadoras de Sonora.

El escenario actual es complejo y serán necesarias acciones contundentes para hacerle frente. A continuación, InSight Crime proporciona una vista general de los principales actores criminales y de las circunstancias que han resultado en la ola de violencia que azota a esta importante ruta para el narcotráfico.

EL CÁRTEL DE CABORCA Y ASOCIADOS 

El regreso de Rafael Caro Quintero ha sido un argumento recurrente para explicar el incremento de violencia en Sonora. Otrora uno de los principales narcotraficantes mexicanos, Caro Quintero salió de prisión en México en 2013 y continúa siendo uno de los hombres más buscados en Estados Unidos por el secuestro y asesinato en 1985 de Enrique Camarena, agente de la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus iniciales en inglés). La narrativa que se reproduce en narcomantas, medios y comunicados de autoridades señala que el viejo capo ha regresado para crear su propia organización, denominada el Cártel de Caborca, y recuperar así el control de Sonora.

Según el diario Milenio, el Cártel de Caborca se formó en 2017 después de que Caro Quintero presuntamente convocara una reunión con sus familiares y subordinados para organizar la retoma de Sonora. No obstante, Caro Quintero parece ser solo una figura que alimenta la publicidad y misticismo del grupo. Dos periodistas de la zona que cubren temas de narcotráfico y quienes prefirieron no revelar sus nombres por seguridad aseguraron a InSight Crime que los familiares del viejo capo han estado históricamente involucrados en diversas economías criminales en Sonora y que Caro Quintero no participaría en las operaciones cotidianas. Sus sobrinos Rodrigo Páez Quintero y José Gil Caro Quintero parecen ser los cabecillas principales.

El Cártel de Caborca actualmente mantiene presencia en el noroccidente de Sonora, sobre todo en los municipios de Caborca y Magdalena de Kino. Según la consultora Lantia Intelligence, el Cartel de Caborca es uno de los grupos criminales que se consolidaron durante los primeros años del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador. Para esto ha subcontratado a bandas locales como La Barredora y La Plaza como brazos armados. Su principal rival parece ser el Cartel de Sinaloa, especialmente los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán, conocidos como “Los Chapitos”.

Con “Los Chapitos” se disputa principalmente el control de las rutas hacia la frontera norte. Sonora colinda con los estados de Arizona y Nuevo México por lo que es un corredor importante para el trasiego de drogas, armas y personas a Estados Unidos.

Además, su acceso al Pacífico por el puerto de Guaymas permite la entrada de precursores químicos que llegan desde Asia para la producción de metanfetamina y fentanilo. Aunado a esto, Sonora es un importante productor de oro y litio. “Los Chapitos” y el Cártel de Caborca también parecen enfrentarse por el acceso a la actividad minera del estado, de la que obtienen rentas criminales por medio de extorsiones.

En ese sentido, para desplazar a los hijos de “El Chapo”, el Cártel de Caborca parece haber unido fuerzas con algunos de sus principales rivales.

Uno de ellos es La Línea, el viejo brazo armado del Cártel de Juárez. Esta organización se disputa el territorio cercano al estado de Chihuahua con Los Salazar y Gente Nueva, dos clanes criminales asociados a “Los Chapitos”. Varios medios locales han afirmado, citando inteligencia del Gobierno mexicano, que la alianza con La Línea se habría negociado mientras Caro Quintero seguía en prisión.

Por otro lado, según Lantia Intelligence, el Cártel de Caborca parece haber formado una alianza con la red de Fausto Isidro Meza Flores, alias “Chapo Isidro”, un antiguo operador de la Organización Beltrán Leyva (OBL). Meza Flores presuntamente dirige una serie de bandas armadas en el sur de Sonora, especialmente en los municipios de Navojoa y Guaymas.

Desde la ruptura entre el Cartel de Sinaloa y la OBL en 2008, las redes asociadas al Chapo Isidro han estado en continuas disputas con los brazos armados del Cartel de Sinaloa. En Sonora, esta pugna se ha recrudecido en los últimos tres años, elevando los homicidios en el sur del estado.