Descalzo y tirado a la orilla del camino que va a La Michoacana, partiendo de la comunidad La Sinaloa, en Navolato, pobladores encontraron el cadáver de un menor de edad, vecino de la sindicatura de San Pedro. Este hallazgo se registró durante la mañana de ayer.
Por el camino de terracería que une a ambos poblados iban y venían personas a pie, así como unidades motrices, cuando de repente hubo quienes vieron el cuerpo.
La escena era un tanto macabra, boca abajo, sucio y con ramas secas de girasoles en su espalda estaba un joven. Los curiosos llamaron al servicio de emergencias.
Policías estatales llegaron antes de las 11:00 horas y vieron que el cuerpo estaba frente a un cenotafio destruido.
DILIGENCIAS
La presencia de los uniformados causó curiosidad en los pobladores y hubo quienes se acercaban con la finalidad de conocer al occiso. Horas después y ya estando en el Servicio Médico Forense, la víctima fue identificada como Jorge Alberto, y se dijo que tenía 17 años de edad.
El fallecido ya estaba rígido cuando fue localizado y presentaba golpes en el rostro y la espalda. Debido a las condiciones, se presumió que pudo haber sido asesinado en otro lugar y que sus agresores lo tiraron durante el transcurso de la madrugada en el interior de un predio agrícola.
BUSCAN EVIDENCIAS
Por más que buscaron los uniformados, no obtuvieron información sobre quiénes pudieron haber sido los responsables.
Al poco tiempo de llegar al lugar, los policías solicitaron el apoyo del personal de la Fiscalía General, quienes acudieron al sitio para hacer el trabajo de peritaje e investigación.
En un inicio, existía la duda de si la víctima había sido privada de la vida a golpes o balazos, pero cuando los peritos revisaron el cuerpo se dieron cuenta de que no tenía impactos de bala.
El personal de la Fiscalía no encontró evidencias que pudieran dar con los agresores. Lo que sí encontraron fueron objetos personales de la víctima, entre ellos pulseras de colores, un collar y un anillo. Durante la tarde de ayer, la familia esperaba que les fuera liberado el cuerpo, para así poder velarlo y darle sepultura.
