Mamás policías, doble deber
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Mamás policías, doble deber

La difícil y amorosa situación de combinar los cuidados de la ciudadanía y del hogar


Mamás policías, doble deber | El Imparcial de Oaxaca

Originaria de esta ciudad, Lupita como la llaman sus compañeros, madre de dos hijos, uno de diez años y otro de siete; además de ser mujer policía al igual que muchas de sus compañeras terminado su servicio cuelga las armas sale del cuartel, para entrar a su casa en donde se quita las botas y el uniforme, se pone el delantal y se prepara para ingresar a la cocina.

Con más de 4 años en la corporación como Policía Estatal, Lupita nos comenta que ingresó a esta porque su padre fue policía y ella desde muy pequeña veía las fotos en donde el patrullaba, además de ver a su padre uniformado, lo recuerda perfectamente eran uniformes de color gris, esto la llenaba de orgullo.

Algún día voy a estar allí decía una y otra vez, hasta que el tiempo y la distancia se acortaron y ahora nos cuenta sus anécdotas desde un cuartel y tras una valla en donde tiene una gran responsabilidad, “la seguridad de la ciudadanía”.

Como madre, dijo que lo que le motivó ser policía, es ver demasiados jóvenes en la calle consumidos por las drogas o robando, y piensas muchas cosas en el momento, pero nace en ti el temor de que tus hijos terminen así; al ingresar a la corporación pones tu granito de arena para coadyuvaren erradicar eso.

Como policía es difícil quedar bien con tus hijos, pues tienes una responsabilidad, velar por la seguridad de la ciudadanía y te pierdes cumpleaños y fiestas importantes para ellos, pero el deber y el placer no se mezclan.

La labor de ser policía y a la vez madre es difícil, pero nada se compara con hacer algo que te guste y que te paguen por hacerlo, añadió.

En la calle conoces de todo tipo de personas, buenas y malas; las que llegan para apoyarte y las que solo buscan destruirte; sin embargo, tu sexto sentido como mujer se complementa con la preparación y te hace estar siempre alerta. A veces siento temor de lo que hago, pero siento más temor dejar pasar las injusticias ante mis ojos y quedarme con los brazos cruzados, siento más temor el ver como la juventud es consumida por la drogas o el alcohol.

“Respecto a mi hogar acepto que no puedo tener un cuartel, pero entiendo que es desde acá donde como padres desde nuestra trinchera podemos hacer la parte que nos corresponde y soy estricta con ellos.

“Es en casa en donde los hijos se gradúan como buenos estudiantes, como buenos ciudadanos o con la etiqueta que la sociedad les cuelgue, porque la calle sólo los perfecciona o los aniquila” aseguró la mamá policía.

Dice que en la corporación no se ve lo bonito, es tu trabajo el que te recomienda o manda al montón. Con un peso aproximado de 30 kilogramos de equipo, además de las botas y lo que se quieras llevar, Lupita se pierde entre la multitud porque tiene una misión.

Las balas no respetan sexo, edad o condición social asegurón así que debes estar preparado tanto física como emocionalmente para salir de casa, pero no sabemos si vamos a poder volver.

Todos los días salimos con la convicción de volver pero eso sólo el jefe supremo lo define, en tanto el tiempo y las circunstancias transcurren. Lupita hizo un reconocimiento especial a las mujeres policías y madres de familia que están de partida, pues aseguró ellas sufren también, pero esa es la profesión que escogieron al igual que ella y sus compañeras.

Mientras una lágrima rodaba por su mejilla, aseguró dejan a sus hijos en casa por semanas, para poder cumplir con su misión encomendada, pero la satisfacción que se siente cumplir esa misión es grande. Cuando llegan a su casa se lo cuenta a sus hijos quienes apagan la televisión, dejan el teléfono y se concentran con mamá, porque seguro esta vez también le pasó algo importante y les platicará como siempre

“Esos minutos, esas horas de estar al lado de tu familia, creo que es una de las mejores recompensas que la vida añade a la difícil labor que hacemos”.

En tanto en redes sociales también reconocen la labor de las mujeres policías que están en la ciudad y se despiden de sus familias a muy temprana hora; cada una sale de su hogar para trabajar como cualquier otra persona, aunque con jornadas poco convencionales. Las jornadas por lo general son de 24×24.

La mamá policía o Lupita, como le dicen ahora, destaca su labor en la Policía Turística pero también ha desempeñado labores en el grupo motorizado.

No es fácil trabajar 24×24 horas o irse de comisión y dejar a sus hijos un tiempo considerable, sin embargo, creo que están conscientes de que cualquier trabajo es exigente y al final del día lo hacemos por la familia, aseguró Lupita.

Corporaciones locales como la Policía Municipal de Santa María Atzompa no se quedan atrás y también tienen la experiencia de tener en sus filas a mujeres que combinan la labor de ser madres y policías a la vez.

Pertenecer a una corporación policiaca es como pertenecer a una familia, dijo Zaira García, quien se desempeña como policía en la Corporación Municipal, además de ser Técnico en Urgencias Médicas.

“En el rendimiento físico e intelectual no hay distinción” aseguró Zaira pues acá somos iguales hombres y mujeres.

En tanto María Isabel policía también de la misma corporación, madre de una joven universitaria, aseguró que el tiempo es compartido pues ama su profesión pero también a su familia.

Esmeralda Hernández, con dos hijos y elemento activo de la misma corporación se siente satisfecha de ser parte y coadyuvar en la seguridad.


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