La noche del jueves un niño de alrededor de 8 años de edad fue rescatado tras la coordinación de un taxista y un policía cuando escapaba de su domicilio y deambulaba por el centro de la ciudad.
Alrededor de las 23:00 horas, en la calle Armenta y López, casi a una cuadra de llegar a la Cruz Roja, el taxista Guillermo Alejandro realizaba sus actividades a bordo de la unidad 1341 del Sitio Antequera.
Fue al cruzar la calle de Arteaga en donde el taxista vio que en un rincón de una tienda de materiales algo se había movido.
Se limpió los ojos y pensando que era una ilusión óptica continuó su camino, pues estaba casi seguro que a esas horas de la noche había visto a un niño quien además. lloraba.
Algo no lo dejó tranquilo y apenas había avanzado unos metros cuando volvió al lugar.
Su sorpresa fue mayor, pues a pesar de las inclemencias del tiempo, sin abrigo ni nada y con pocas pertenencias, se resguardaba en ese rincón un niño, quien permanecía apenas sin moverse.
Hombre de bien, aquel taxista que apareció de la nada vio en el niño a su hija de 11 años que tiene en casa y llamó a los policías.
Un elemento de la Fiscalía General del Estado arribó al lugar y el taxista se ofreció a llevarlo a su casa, pero el niño no quería volver más, estaba asustado y lloraba.
Traía una mejilla inflamada e indicó que su padre lo había golpeado, motivo por el que tomó la decisión que salirse y escapar.
Informó que vivía en la calle Xicoténcatl y al caer la noche escapó, pues tenía miedo de volver a casa y ser encontrado, motivo por el que se escondía al pasar los autos.
Paramédicos de Cruz Roja lo atendieron y trasladaron al hospital de la institución para ser valorado y después ser presentado ante las instancias correspondientes que llevarían a cargo las investigaciones.
El niño quedó a disposición de la Mesa Especializada en Violencia familiar y de allí fue entregado formalmente a los padres.
Las autoridades se comprometieron hacer visitas periódicas de seguimiento en el caso para garantizar la seguridad del niño.