Instituciones en riesgo
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Instituciones en riesgo

 


Se ha hablado mucho sobre la consulta que quiere realizar López Obrador para preguntar al “pueblo bueno y sabio” si quiere que los ex presidentes sean llevados a juicio, bajo el supuesto de que durante su mandado cometieron delitos ligados a la corrupción.  El asunto está en manos de la Suprema Corte, una vez que se cubrió el trámite consistente en que el presidente envió la solicitud al Senado de la República, ya que no prosperó la alternativa de reunir dos millones de firmas de ciudadanos que demandaran dicho juicio.

El proyecto de respuesta fue asignado al ministro, Luis María Aguilar, quien como era de esperarse va a declarar la consulta anhelada por el presidente como inconstitucional por restringir los derechos humanos de los involucrados. Aunque aún no se hace público el fallo definitivo, López Obrador se refirió al tema en su mañanera de hoy (viernes 25 de septiembre de 2020) y solicitó a los ministros que resuelvan con apego a la Ley, que no se dejen intimidar y que tomen en cuenta el sentimiento del pueblo. Agregó que el argumento de los derechos humanos lo manejo desde el principio Felipe Calderón pero que él opinaba distinto.

Yo no soy abogado, pero mis conocimientos de derecho constitucional aprendidos en la universidad y mi experiencia profesional en el ámbito público administrativo y desde luego el sentido común (que lamentablemente no es el más común de los sentidos), me dicen que, para llevar a juicio a alguien, lo que se necesita es tener pruebas del delito del cual se le acusa y que, además, para aplicar la ley no hay que preguntar. Esto es obvio, los asesores de López Obrador lo saben y él lo sabe también, entonces por qué la necedad, por qué someterse al escarnio público de pasar como un ignorante de la Ley, la respuesta es sencilla conociendo como trabaja AMLO y cuáles son sus prioridades: la consulta representa un tema que le permite fijar la agenda pública y de los medios de comunicación, es un tema que le da vigencia en la mente del electorado y además es otro argumento que le sirve en su narrativa de polarización de la sociedad mexicana, lo que finalmente y según sus cálculos, le abonará buenos números en la jornada electoral del 21.

Este artilugio de hacer creer que él encarna la voluntad del pueblo “bueno y sabio” y que, por ello requiere de “lealtad ciega” por parte de su equipo de trabajo para poder llevar a la realidad sin obstáculos, sin contradicciones, SU visión de país, así las cosas, todos los que se oponen, critican y/o señalan errores en su proceder son conservadores,  neoliberales, además, invariablemente se victimiza declarando que hay complots por todos lados con fines electorales para arrebatarle el triunfo electoral, que siente que  ya tiene en la bolsa. Con esta narrativa divide y divide a los mexicanos.

En este hecho se anida una gran amenaza para una institución que es pieza fundamental del sistema federalista, la Suprema Corte de Justicia, ya que el Poder Judicial de la federación es quien conserva el equilibrio entre los Poderes, entre los Poderes y la ciudadanía y entre los estados integrantes del pacto federal.  ¿Qué pasará cuando el ministro de a conocer públicamente su veredicto y declare improcedente la consulta? El presidente acatará civilizadamente el fallo o emprenderá una serie de descalificaciones hacia la Suprema Corte con los resultados que ya conocemos: los “chairos” protagonizarán oleadas de ataques contra la institución, contra los ministros e incluso puede que lleguen a agredirlos hasta en su ámbito familiar, tal vez incluso sufran el amago de la Unidad de Inteligencia Financiera por atentar contra la voluntad del pueblo.

Espero sinceramente, por el bien de este país que me equivoque, que el párrafo anterior solo quede en un alucine del que suscribe, sin embargo, no es la única amenaza que tenemos en puerta, como ustedes saben, el Tribunal Federal Electoral ordenó al INE llevar a cabo una encuesta para definir la dirigencia de Morena, con esta acción el Tribunal violentó las atribuciones del INE, ya que no está en sus facultades intervenir en la vida interna de los partidos políticos, tampoco está el realizar encuestas, es más, ni presupuesto para ese fin tiene, por otro lado, sabemos la pugna interna que vive Morena, será muy difícil que los bandos perdedores queden conformes con el resultado y en consecuencia, arremeterán contra el INE desgastando su credibilidad, tiempo y recursos habiendo ya iniciado el proceso electoral del año entrante; los pronósticos no son alentadores, aunque espero también en este tema estar equivocado.

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