La gendarmería de Cornwall en Inglaterra declara desaparecido al pensador Julio Trujillo
No se suponía, una sangre, que se saliera alguien, se fuera nadie de la infantería. “No pasarán”, dijeron nuestros viejos, se ha dicho por los nuestros por tanto y tanto tiempo y por eso nos lo decíamos nosotros, vamos, que se ha dicho entre los pares en cualquier punto del planeta y punto pelota. Pero paso y pasa, seguirá pasando la cosa que sí que pasaron, pasaron y por lo que vemos seguirán haciéndolo por sobre nosotros y de tantas maneras. Nos dejaron además de todos nuestros muertos, muertos por dentro. Fueron tan finos, tan exquisitos sus mecanismos, reconozcámoslo, que habría, no cabe duda (veamos las “bajas” que hay en cualquier sentido y por todas partes), que, no hay de otra, qué nos queda, reconocérselos. Si no nos secuestraron, torturaron, violaron, quemarnos o machetearnos en cachitos, nos dejaron con esta asquerosa nata, esta miasma intoxicante de tanta referencialidad. Segismundos ahí en nuestras dizque torres, de Satélites, techado nuestro “topus uranus” por purísima y duradera fibra de vidrio, agolpados ahí en zotehuelas, ateridos en tejabanes, buhardillas, atapancados de por vida en el cadalso eterno de todos los zaquizamís, nos dejaron poco a poco, ni nos dimos cuenta, nunca lo vimos venir, poco a poco a desangrarnos, ahí calladitos, a morir.
No se suponía nos bajaran a ninguno de nuestros Zaratustras, humildes Moiseses que pudiéramos haber logrado, tan pocos Sidhartanos Hermanes Hesses o Asises que somos, a plomazos de algún pinche cerro que hayamos hecho, algún cutre bar que hayamos tildado como Monte Carmelo.
Y claro que no estaba en los planes, ni por abajo del agua, nunca se dio “por sobre entendido” que ni una gota roja diera al suelo, no de la infantería. “No pasarán”, nos decíamos y seguro hasta ya se cagaron de risa. Una sangre, ¿qué te digo yo tan serrano, tan becerro, tan un guiño? Nos bajaron Zaratustras, nos bajaron Siddhartas se apellidarán Robles, Flores, Naranjo o Gautama, nos bajaron a plomazos de las nubes y se acabó.
¿Qué te digo? Pues que nos quedamos por acá los que quedamos, que ojalá sin quedarnos callados, cruzados de brazos, si te quitaste la vida o acabarás con ella en un rato, decirte que lo que necesites. Ya sabemos que es Abrilel mes más cruel luego esto de enero, febrero, marzo otro poco, a julio ya lo relegaron o regalamos ve tú a saber, y prácticamente de ahí nos vamos hasta el 2 de muertos que se celebra cada 15, 12, 13 o, a decir verdad, casi siempre y eso es lo que siempre ha habido, hay y habrá. Que no hay ya cómo ni por dónde, ni saber ser o no ser, ni siquiera saber estar. Lo que necesites, me mandan decirte, te decía, quedamos en lo dicho, hasta siempre, hasta ya.