La lección de la elección
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Politikón

La lección de la elección

 


Hace poco más de un año inicié este espacio bajo el nombre “Del País al Papel”. Hoy he decidido iniciar una nueva etapa y cambiarlo a “Politikón”, pues como bien conceptualizó Aristóteles, el ser humano es un animal político que indefectiblemente necesita de la política para su convivencia social, a lo cual yo agregaría que requiere también del derecho para reglar dicha convivencia. Y al ser estas mis dos pasiones, la política y el derecho, veo en “Politikón” un mejor reflejo de lo que escribo.

El pasado 6 de junio las y los mexicanos fuimos llamados a las urnas para ser parte de la elección más grande de la historia, la cual fue posible gracias a los miles de ciudadanos y ciudadanas que formaron parte de la primera línea de defensa de la democracia como funcionarios de casilla, así como a aquellos que decidieron, al igual que yo, formar parte activa de la contienda abanderando algún proyecto político.

Pero más allá del gran número de cargos de elección popular que se renovaron, la elección del pasado domingo dejó mucho para reflexionar y es responsabilidad de todas y todos, sociedad y políticos, entender la lección de la elección.

En primer lugar, hay que reconocer la impecable organización del órgano electoral, el INE, y de las y los mexicanos que a lo largo y ancho del país salieron a defender la democracia. Hoy, a pesar de los ataques del Régimen hacia el Instituto Nacional Electoral y la amenaza de desaparecerlo, el INE está más fuerte que nunca, pues cuenta con una confianza ciudadana que lo respalda y que, estoy seguro, saldrá a defenderlo ante cualquier indicio de ataque en su contra.

Tan es así, que la reforma electoral que aparentemente López Obrador propondrá en próximas semanas al Congreso de la Unión ya no incluye la desaparición del INE. Se dio cuenta que México confío más en dicho instituto que en él mismo.

La segunda lección que nos deja el 6 de junio es que el voto, herramienta inherente de la democracia, es el arma más fuerte que tenemos para defenderla, así como que para ser un demócrata hay que saber ganar, y también hay que saber perder.

Dejando a un lado triunfalismos y actitudes arrogantes, pues considero que el domingo ningún partido triunfó por completo, no tengo la menor duda de que ganó México, pues después de casi tres años de una Cámara de Diputados que fungió como oficialía de partes del Régimen, finalmente tendremos una cámara más equilibrada y con contrapesos, en la cual Morena y sus aliados no podrán violar la Constitución con la mano en la cintura, como lo han hecho hasta ahora, situación que se replicará en el Congreso Local pues de igual manera perderán mayoría calificada, lo cual es importante pues desde los estados también se defiende la Constitución Federal.

Si bien es cierto la alianza Va por México no logrará la mayoría simple, como hubiéramos deseado, sí logramos nuestro principal objetivo: quitarle la mayoría calificada a los partidos comparsa del megalómano de Palacio Nacional.

Es cierto, en 2018 Morena por sí solo no ganó dicha mayoría, sino que la construyó con la tránsfuga de diputados de otros partidos, sobre todo del PT y Encuentro Social, así como la traición de los legisladores del Verde que llegaron a las curules en gran medida gracias al voto del PRI, pero que una vez que vieron que el barco estaba por hundirse, prefirieron saltar de él. Así es como Morena logró, por sí solo, la mayo ría absoluta que le permitió presidir la Junta de Coordinación Política los tres años, mientras que con sus aliados consiguió la mayoría calificada que le permitió hacer y deshacer al antojo del falso mesías.

Este 2021 la situación cambió. Morena no logrará, ni con los diputados del Verde y el PT, la mayoría calificada con la que pretendían acabar con los órganos constitucionales autónomos, terminar de militarizar al país y lo más preocupante, acabar con nuestra perfectible pero benévola democracia. Ya no podrán.

Ahora la prueba de fuego la tiene la alianza Va por México pues en distintas zonas del país la ciudadanía les dio su voto de confianza para poner un alto a la destrucción del país.

Eso, les guste o no a los detractores del PRI, PAN y PRD, no es de menospreciar. Es cierto, no logramos todos los espacios que buscábamos, pero sí logramos detener a Morena y el Régimen desde la cámara baja. En específico, tanto el PAN como el PRI ganaron votos a nivel nacional, tan es así que, si sumamos los votos emitidos en favor ambos partidos políticos, superamos los votos que recibió Morena.

Rumbo a 2024 los partidos políticos y quienes militamos en ellos estamos obliga dos a hacer un gran ejercicio de autocrítica, pues solo así podremos recuperar el país.

Los días postelectorales también nos dejan una gran lección: no basta llegar al poder mediante el voto popular para ser un demócrata. López Obrador ha optado por atacar a la oposición y, peor aún, denostar a las y los mexicanos que libremente decidieron no dar el voto a su Régimen, pues si bien no se dio en la dimensión desea da, sí se vio reflejado en las urnas un rechazo al peligro que representa.

No se vale que busque y señale culpables del terreno perdido por Morena, sobre todo en la capital del país, pues es gracias al voto que ellos llegaron al poder en 2018. Hoy, ese voto empieza a darles la espalda. Los culpables del inicio del fin del Régimen los tienen en casa, en Palacio Nacional, en el Palacio del Ayuntamiento de la CDMX e, incluso, en la sede de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

Finalmente, como integrante de la alianza Va por Oaxaca, no puedo dejar pasar esta oportunidad para agradecer a todas y todos aquellos que nos abrieron las puertas de su casa y que en lo personal me escucharon, acompañaron y ayudaron en mi primera campaña. De aquí para arriba, y para adelante. En esta alianza nos quedamos con la satisfacción de haber sido parte de la defensa de la democracia, de las libertades y de nuestro país. Lamentablemente Oaxaca de Juárez optó por incendiarios, pero lejos de una derrota, los resultados del 6 de junio nos obligan a unirnos para terminar de recuperar el municipio y el país y mantener el estado. Lo vamos a lograr.

Hoy y siempre, Va por Oaxaca y Va por México.

Licenciado en Derecho por la IBERO Ciudad de México y Maestrando en Administración Pública por la Anáhuac Oaxaca.

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