Vacaciones dignas
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Pegatinas Reivindicativas

Vacaciones dignas

 


Una de las novedades que traerá consigo el 2023 será la entrada en vigor a la reciente reforma a la Ley Federal del Trabajo que dará a las y los trabajadores el derecho de goce de 12 días de vacaciones al año, a partir del primer año de antigüedad laboral.

Se trata de un gran logro para las y los trabajadores. Se duplicó el periodo vacacional que antes se preveía en la ley y, aún así, no se alcanzan a otros países que son similares en economía (https://bit.ly/3V46227).

Fue toda una lucha. Desde años anteriores y en otras legislaturas se trató de impulsar estas reformas tendientes hacia la ampliación del reconocimiento de descanso de la fuerza laboral del país sin éxito (https://bit.ly/3Vbh5q9) y, aún en esta ocasión, existieron resistencias.

Una parte de las y los empleadores pelearon hasta el final, argumentando que sus empresas no aguantarían otorgar la ampliación de los derechos. Es un hecho, la expansión de los derechos de las y los trabajadores requerirá la adaptación de la operación de las unidades económicas, pero eso no debe ser sinónimo de perjuicio.

Durante ya muchas décadas, las condiciones de las y los trabajadores se han ido degradando poco a poco. Limitando derechos, restringiendo acceso a seguridad social y condicionando su contratación con modalidades que evitan la adquisición de antigüedad y, por tanto, limitando la posibilidad de contar con dignidad laboral.

A la par, tenemos cada vez más evidencia que si bien la productividad ha bajado, la riqueza sigue aumentando, pero se concentra en cada vez menos manos; que, también, la productividad no está asociada al número de horas que las personas se encuentran en su lugar de trabajo, y que incluso esta mejora con un menor número de horas y días laborales en ciertos tipos de labores. Asimismo, nos encontramos enfrentando una realidad en la que la automatización y la implementación de tecnologías pintan para que una gran parte de la fuerza laboral pierda sus empleos, haciendo urgente una amplia discusión de Estado al respecto.

Si todo lo anterior no es suficiente para que reconsideremos del todo qué es el trabajo, qué implica y -como sociedad- a qué aspiramos a través de estas relaciones productivas, no sé qué más necesitaríamos para, justamente, comenzar a cuestionar la viabilidad de las actuales normas que regulan estas dinámicas.

La ampliación de los periodos vacacionales puede ser un comienzo para una consideración más profunda. Trabajar hoy no es lo mismo que trabajar en los albores del Estado moderno, ni tampoco al inicio de la industrialización o en el apogeo de las doctrinas de la economía neoliberal y necesitamos contemplar que, por ello, requerimos nuevos pactos y regulaciones.

Que esta sea la culminación de muchas otras difíciles discusiones que las comunidades y sociedades de este país requerimos emprender para construir una senda hacia un futuro en el que todas y todos estemos incluidos.

@GalateaSwanson