Pegatinas Reivindicativas
Esta no es educación
El día de mañana, 24 de agosto, inicia el ciclo escolar 2020-2021en el nivel básico. Como cada año, el retorno de las actividades académicas en el prescolar, primaria y secundaria, ocupará los titulares de los periódicos y diarios a nivel nacional; no obstante, en esta ocasión, debido a la pandemia de covid-19, este inicio escolar es completamente atípico.
No se espera que el tráfico en las vialidades se incremente de manera importante, ni que las y los tutores abarroten las afueras de los centros educativos, y mucho menos el llanto de las y los menores cuando se rehúsen a dejas a sus madres y padres para integrarse al sistema escolarizado en su primer día de clases.
En esta ocasión, el inicio del ciclo se hará de manera silenciosa, sigilosa y con mucha sana distancia. Las y los educandos permanecerán en casa y desde ahí se tratará de emular las clases presenciales a través de la televisión, la radio y el Internet.
Como el documental ganador del Oscar, Esperando a Súperman, hace notar, debería ser fácil, ¿no? Una persona, maestro o maestra, vierte conocimientos a sus educandos, éstos adquieren el conocimiento y tienen la posibilidad de aplicarlo y reproducirlo ¿cierto? Pero, como sabemos, este proceso es mucho más complicado que eso.
Transferir conocimientos es una labor difícil. Estar frente a un grupo es enfrentarse a decenas de maneras de ver el mundo, de comprender la realidad. Cada alumna y alumno trae consigo los impulsos o cargas de cada uno de sus hogares, que impactan directamente el proceso de aprendizaje. Y ahora, esos escenarios serán inescapables.
Con esta apuesta de la SEP, los maestros, de acuerdo a las declaraciones del titular de la Secretaría, serán facilitadores para que, a través de los medios masivos de comunicación y uso de cuadernillos, los alumnos puedan aprender los conocimientos básicos de su nivel de estudio. ¿Cómo se realizará esta facilitación? Pues a través del teléfono o el whatsapp, señaló. Y aunque no haya pase de lista, sí habrá evaluaciones (https://bit.ly/3hosxf2) Quizá sea porque la trayectoria del secretario no incluye la docencia.
Las cargas que ahora impone a las y los maestros es desproporcionada con sus habilidades y recursos. Asumir que la totalidad del territorio nacional cuentan con telefonía y whatsapp, así como la metodología para llamar, mensajear o comunicarse con más de una veintena de alumnas y alumnos es desconocer completamente la realidad del país.
Asimismo, el modelo que se busca impulsar impone importantes responsabilidades extraordinarias a los y las madres, padres y tutores. Serán ellas y ellos los encargados de imponer disciplinas para atención de las tareas escolares que requieren tiempo y dedicación, un bien de escasa disponibilidad en un contexto en el que la nueva normalidad exige la reintegración de las y los trabajadores a los espacios laborales.
Como lo señala en su muy atinada columna Luis Hernández Navarro, este modelo refleja una derrota (https://bit.ly/2EjY43v). Y no solo una derrota ante el covid-19, sino a nuestra creatividad e imaginación para definir otra estrategia de seguimiento a las y los alumnos en edad escolar en una realidad en la que es imposible exigirles cursar un año escolar y ser evaluados por conocimientos que les serán inalcanzables.
Esta, definitivamente, no es educación.
@GalateaSwanson