Hans Christian Andersen y su aporte a la idea de “seguridad personal”
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Hans Christian Andersen y su aporte a la idea de “seguridad personal”

 


La idea que expresa el Presidente Electo de México de lo que es “Seguridad y Protección” obligó, a los entes de este think tank, a buscar formas y maneras para explicar(le) porqué creemos que está equivocado. Entonces, luego de un sesudo análisis decidimos que uno de los cuentos del danés Hans Christian Andersen traía la explicación que necesitábamos.
En 1837 salió publicada la obra “cuentos de hadas contados para niños”, tomamos de ahí el apólogo para explicar nuestra idea de que está equivocando Andrés Manuel en su idea de seguridad y protección. Esperando que, en una de esas, él capte nuestra preocupación y atienda nuestra respetuosa observación. Vamos entonces.
Hubo una vez, en un reino muy lejano (¿Por qué todos los Reinos de los cuentos son “muy lejanos”?…en fin) donde vivía un Rey que era comedido en todo excepto en una cosa: se preocupaba mucho por su vestuario. Un día oyó a Guido y Luigui Farabutto decir que podían fabricar tela más suave y delicada que pudiera imaginar. Esta prenda, añadieron, tenía la especial capacidad de ser invisible para cualquier estúpido o incapaz para su cargo. Por supuesto, no había prenda alguna sino que los pícaros hacían lucir que trabajaban en la ropa, pero estos se quedaban con los ricos materiales que solicitaban para tal fin.
Sintiéndose algo nervioso acerca de sí él mismo sería capaz de ver la prenda o no, el Emperador envió primero a dos de sus hombres de confianza a verlo. Evidentemente, ninguno de los dos admitieron que eran incapaces de ver la prenda y comenzaron a alabar a la misma. Toda la ciudad había oído hablar del fabuloso traje y estaba deseando comprobar cuán estúpido era su vecino.
Los estafadores hicieron como que le ayudaban a ponerse el inexistente prenda y el emperador salió con ella en un desfile, sin admitir que era demasiado inepto o estúpido como para poder verla…
Toda la gente del pueblo alabó enfáticamente el traje, temerosos de que sus vecinos se dieran cuenta de que no podían verlo, hasta que un niño dijo: ¡pero si va desnudo! La gente empezó a cuchichear la frase hasta que el Emperador lo hoyó y supo que tenían razón, pero levantó la cabeza y terminó el desfile.
Esa fue entonces la mejor explicación que acá encontramos para expresar no sólo la preocupación a la desatención que el Presidente Electo tiene en su seguridad personal. Ahora, no queremos aludir a las caóticas prospectivas de Nassim Nicholas Taleb quien, luego de un suceso de alto impacto coloca al observador, luego de ese suceso sorpresivo, como juez de tal crisis y ese, en praxis de retrospección justifica lo sucedido (el clásico,…se los dije).
En el corto plazo vemos que los protocolos de Seguridad Personal de AMLO se establecerán buscando “medir y pesar los riesgos y amenazas” que ya existen en ese micro universo. Y, aunque el escenario ideal es “que el pueblo me cuide” existen también otros en los que hay “iluminados”, “mártires” “esquizofrénicos” y “justicieros” y eso, por más blindaje que tengas de la gente que te quiere, trae una gran amenaza.

Ultimo patrullaje.- luego de la Guerra de Vietnam los psiquiatras le dieron el nombre de Trastorno de Estrés Post Traumático (T.E.P.T) antes, tras la Segunda Guerra Mundial le nombraban, “Fatiga de Combate”, posterior a la Gran Guerra (Primera Guerra Mundial) era “Neurosis de Guerra”… Aunque ya los Espartanos y Atenienses la conocían como “corazón de soldado”; lo cierto es que, terminado un largo periodo de batallas y escaramuzas donde además de la vida está en juego el honor y la protección de los “principios” la sensación de urgencia por mantenerse vivo entre la violencia puede derivar en praxis como el exceso de confianza, ello requiere entonces de saber leer una o varias amenazas.

Balazo al aire.- Aunque los temas de “seguridad” se deben hablar con un dedo sobre los labios, no pudimos dejar de gritar bajito.
Greguería.- La cabeza es la pecera de las ideas.
Oxímoron.- La paz de la amenaza.
Hayku.- Dime “ven” y…
cambio invierno por primavera.
Senda por carretera.