A partir de hoy, según se dio a conocer desde la semana pasada, Oaxaca vuelve al semáforo naranja, el mismo que fue suspendido hace dos semanas justamente, por el repunte de contagios y muertes. Pese a la invitación del gobernador a la ciudadanía y autoridades del Istmo y la Cuenca del Papaloapan, de realizar un confinamiento voluntario dado el impacto negativo de la pandemia de Covid-19, en dichas regiones, hay que subrayar que dicho mal no ha cedido. Desde el miércoles de la semana pasada la entidad superó los 10 mil casos positivos y empezó a bordear las 950 muertes. Ello implica que dicho mal no ha cedido. Es más, hay quienes opinan que se ha exacerbado justamente por el incremento en la movilidad ciudadana, sin embargo, desconocemos los criterios del gobierno federal para ubicar a tal o cual entidad en determinado semáforo epidemiológico.
No podemos omitir que, según algunos propietarios de restaurantes y otros comercios, se ha abierto sólo parcialmente y con resultados negativos, habida cuenta de que la gente no acude. Y ello se explica porque al ver la cantidad de personas que aparentemente de la nada se han contagiado, existe un justificado temor a acudir a lugares que, no obstante seguir al pie de la letra las reglas de prevención sanitaria, siguen ubicados como lugares de contagio potencial. Es penoso pasar por el Centro Histórico, el emblemático zócalo capitalino y la Alameda de León y percatarse que, salvo los puestos del comercio ambulante, los negocios establecidos tienen escasa o nula clientela. Los cafés que han sido por décadas sitios de reunión, lucen vacíos, con mesas y sillas sin ocupar, pese a la insistencia de meseros (as) que invitan a los pocos transeúntes a ocuparlos.
Lo cierto es que el famoso semáforo es un indicador muy relativo. No es ni mucho menos acercarse a la nueva normalidad, habida cuenta de que, como hemos comentado, la política y estrategia de contención de la pandemia, por parte del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, ha sido calificada como errática. Es más, ya se escuchan voces en el país que exigen la renuncia del responsable de dicha política, el Doctor Hugo López-Gatell que, como todo mundo sabe, ha sido prácticamente inamovible, pese a la serie de claroscuros que ha tenido a lo largo de la contingencia sanitaria. Veremos pues cómo nos va de nueva cuenta en el semáforo naranja que a nadie ha convencido.
Nueva estrategia educativa
La semana pasada un grupo reducido de estudiantes normalistas hicieron ver su suerte a la ciudadanía de la capital. Se trata de un grupo menor que, en plena emergencia sanitaria, montó bloqueos en calles y avenidas, secuestrado autobuses urbanos y quemando llantas, sin importarles la situación tan grave de salud que enfrenta el estado en materia de contingencia. Pero, ¿cuál fue el fondo de esta movilización? Desde el inicio de la contingencia sanitaria y luego de prohibirse las clases presenciales, el Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO), de conformidad con las instrucciones de la Secretaría de Educación Pública (SEP), convocó a los directivos de las 11 normales existentes en el estado a cumplir con las instrucciones y normatividad académica, para cerrar y concluir el ciclo escolar. Cumplieron 10 instituciones. Los directivos del Centro Regional de Educación Normal de Oaxaca (CRENO), no entregaron la documentación necesaria.
No obstante, y en virtud del llamado del gobernador Alejandro Murat a mantener siempre el diálogo y la negociación para evitar que conflictos y problemas se conviertan en molestia a la ciudadanía, el titular del IEEPO, Francisco Ángel Villarreal, expresó la intención de la institución para resolver la problemática de los alumnos egresados. Se pretende impulsar una relación de trabajo cordial y en equipo con este sector y con todos los integrantes del sector educativo. Es importante subrayar que, por primera vez en décadas, ante la situación derivada por la emergencia sanitaria, directores de estos planteles y docentes, diseñaron una estrategia que permitió avanzar con la formación académica y contenidos educativos del alumnado para cerrar con buenos resultados el semestre, en la modalidad a distancia.
La divisa es trabajar de manera coordinada y en equipo para avanzar en la nueva etapa de la educación en Oaxaca. Llama la atención, por ejemplo, que la semana pasada, tal como lo publicamos en nuestra edición diaria, se pudo llevar a cabo el primer examen profesional en línea, de una alumna de la Escuela Normal Experimental de Teposcolula. El titular del IEEPO fungió como Jurado. Es decir, los tiempos actuales requieren de la participación decidida de docentes, alumnos y autoridades educativas, para superar el rezago e insertar a la entidad en una nueva dinámica educativa en el entorno nacional.