Rango y el performance del poder

(Parte 3)

Para comprender el performance del poder, es necesario retomar el término que Foucault y Gilberto Giménez tienen por poder; para el primero, “el poder es el nombre que damos a la situación estratégica compleja en una sociedad determinada”, mientras que para el segundo “el poder es la capacidad o virtualidad resultado de un ejercicio o perfomance”.

Esta dualidad permitirá analizar el performance de Rango y Tortuga John cuyos momentos objetivos materializan el poder en situaciones concretas. Recordemos que la reserva de agua del pueblo “Dirt”- un bidón almacenado en el banco de la ciudad – está casi vacía -, por lo que Beans le exige a Rango investigar. Sin embargo esa noche, sin darse cuenta, Rango da un “permiso de excavación” a tres extraños, confundiéndolos con buscadores. Al día siguiente todo el pueblo se conmociona por el robo del agua del Banco. Para encontrar a los ladrones y el agua, Rango organiza una cuadrilla. Al empezar su viaje descubren el gerente del banco, el Sr. Merrimack, muerto ahogado en el desierto, y realizan un seguimiento de los ladrones a su escondite en las montañas donde descubren a los ladrones con quienes terminan luchando.

Hasta este momento el perfomance es expuesto con la aplicación de la autoridad, sin embargo autoridad y poder son cosas diferentes. Jaques Maritain manifiesta que “el poder es la fuerza mediante la cual se puede obligar al otro a obedecer” como cuando el pueblo bajo la Unidad Social Básica o “el poder del pueblo” obliga a Rango a investigar los hechos, mientras que la autoridad es “el derecho de dirigir y mandar, de ser oído y obedecido por el otro”, aplicado en la organización de la cuadrilla, la elección de quienes la conforman y hacia donde se dirige todo en un ejercicio obediencial por parte de los gobernantes y en pro de una sagrada obediencia.

El perfomance de Tortuga John está sujeto a la dominación basado en un tipo de sumisión sin el consentimiento a través del temor o el terror que recae en el Halcón de cola roja, Bill y su pandilla y en Cascabel Jake, siendo estas la coercibilidad de las normas y su vinculación social que a través de penas corporales (recordemos el cementerio de Sheriffs) que garantizan el cumplimiento de las reglas mientras siembran terror en la ciudadanía. Este perfomance domina la política de forma organizada y con el sistema de derecho especializado, ocupando la represión como un mecanismo de condición en la dominación, la legitimación ideológica y el ejercicio del dominio despótico ostentando en la pura fuerza o la violencia.

Este perfomance desnaturalizado y espurio señala Dussel “es una violencia destructora de lo político, adjudicándose el totalitarismo como un ejercicio de la fuerza por medios no políticos, policiacos o cuasi-militares que no puede despertar en los ciudadanos la adhesión consensual fuerte de voluntades movidas por razones libres que constituye el poder político”.

Hasta este punto, el pueblo de “Dirt” genera un perfomance de liberación, de forma organizada fomenta el concepto de Dussel sobre la Unidad Social Básica es decir comunidad como la suma de voluntades que la integran para sublevarse al poder despótico y satisfacer sus necesidades básicas como el beber agua.

Este poder del pueblo recae en la premisa sobre la voluntad de vivir y liberarse de la opresión mediante un sentimiento comunitario evitando con ello la muerte y permanecer en la vida de tal forma que al organizarse, empuñan y utilizan el poder para sobrevivir. Este perfomance de liberación es otro ejemplo del poder del pueblo como potentia que no necesita de líderes para ejercer el poder colectivo del pueblo, pues son los propios habitantes quienes de forma autónoma y ejercicio su libertad al yo, ejercen la vida propia y la vida de la comunidad mediante el consenso dejando entrever que el verdadero poder político nace como resultado de las voluntades que conforman la comunidad política, que dicho poder es delegado a una persona, que es un poder transferido pero que no es de ellos, dicho de otra manera: la ejecución del poder en la administración de un Estado es bajo la máxima “mandar obedeciendo”.